Fue una de ellas, Berta Ogea, la encargada de entregar al presidente una rosa blanca, que fue recibida con un "muchas gracias" y dos besos.

La propia Ogea explicó después a los medios de comunicación que se trata de una campaña impulsada por el sindicato de actrices y actores de Madrid, sin vinculación a ningún partido político o ideología, y que se desarrollará con el nombre de "Rosas blancas por la paz".

Pretenden impulsar, los días 24 de cada mes, por ser ése el día que se hizo efectivo el alto el fuego permanente de ETA, una iniciativa que "ofrezca a los ciudadanos un espejo en el que mirar la realidad".

La primera de esas iniciativas fue, precisamente, repartir esas rosas a las puertas del Congreso de los Diputados, de las cuales una fue entregada al presidente del Gobierno.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, estaba ausente del Congreso por encontrarse en el entierro del padre de Javier Arenas, y el secretario general del partido, Angel Acebes, entró antes de que llegaran las actrices.

Sin embargo, sí recibió una rosa el portavoz popular, Eduardo Zaplana, y también Vicente Martínez-Pujalte, que preguntó a las actrices si las flores eran también "por las víctimas". "Por todos", le respondieron.

Martínez-Pujalte, que iba acompañado de la portavoz de Interior, Alicia Sánchez-Camacho, dejó después su rosa en el alfeizar de una de las ventanas del Palacio del Congreso mientras mascullaba "que se la den al Gobierno".

Muy efusivo fue, al recibir su rosa, el ex vicelehendakari Ramón Jáuregui, que correspondió con dos besos a la actriz que le ofreció la flor y le dijo también "muchas gracias por vuestra ayuda".

También tuvieron su rosa el portavoz del PSOE, Diego López Garrido, el de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que la lucía después en el escaño.