ZAPATERO RECIBE MAÑANA A IBARRETXE PARA REITERARLE QUE EL PLAN NO TIENE NINGUNA VIABILIDAD
- El Gobierno sospecha que el "lehendakari" convocaráelecciones tras el rechazo del Congreso, para convertirlas en un plebiscito
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá mañana en La Moncloa al "lehendakari", Juan José Ibarretxe, en medio de un clima político sustancialmente distinto del que presidió la primera reunión oficial entre ambos, el 26 de julio pasado.
En aquella ocasión, Zapatero quiso escenificar el cambio político que iba a representar su mandato respecto al de José María Aznar con gestos como posar sonriente con el mandatario vasco en la escalinata de Presidencia del Gobierno delante de la bandera española y la vasca.
Incluso Ibarretxe, cuando salió de la cita, dio muestras en rueda de prensa de un talante conciliador, muy diferente al mostrado en anteriores ocasiones con Aznar.
Siete meses después, y aunque el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, opinó esta mañana que el presidente recibirá a Ibarretxe "seguramente con una sonrisa", lo cierto es todo apunta a una mayor frialdad oficial, sin la agresividad de épocas pasadas, pero tampoco con gestos de distensión expresos.
Algún indicio de ello hay. Por ejemplo, el presidente del Congreso, Manuel Marín, ha dejado claro esta mañana que el viernes, cuando reciba al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, le ofrecerá un café "por cortesía", pero no piensa fotografiarse recibiendo el "plan Ibarretxe" de sus manos.
Es decir, que Atutxa tendrá que entregarlo en el registroacompañado sólo por el secretario general de la Cámara Baja, un funcionario no político.
Mañana, aseguraba hoy el ministro Sevilla, el jefe del Ejecutivo va a decirle a Ibarretxe que el Congreso, en uso de su soberanía, rechaza el "plan Ibarretxe". El plan "hay que pararlo con la democracia, con las reglas del juego de la Constitución y donde reside la soberanía nacional, que es en el Parlamento", decía.
Sevilla, en una conferencia de prensa tras reunirse con el consejero de Gobernación catalán, Joan Carretero, reflexionaba lo siguiente: José Luis Rodríguez Zapatero le dirá al lehendakari "lo de siempre, que no está de acuerdo con el mal llamado plan Ibarretxe (...) Se lo dirá con la contundencia de quien tiene la razón democrática detrás".
En declaraciones a Telecinco este mediodía, el propio presidente del Gobierno, sin referirse exactamente a la entrevista de mañana con Ibarretxe, sí recordaba que, según la Constitución Europea que los españoles van a votar el 20 de febrero, "los Estados deben ser respetados en su integridad territorial".
"En todo caso, frenar un proyecto, frenar una propuesta política, siempre ha de ser, esencialmente, una tarea política, una tarea democrática de convencimiento y debate", decía el líder socialista en alusión al PP, que le urge a no debatir el plan en el Congreso y optar por la vía judicial desde ya.
"Esta es la grandeza de un sistema de libertades, así es como hay que ganar lo que representa una opción, bajo mi punto de vista, equivocada", concluyó.
Otra cosa es que el Gobierno no tenga previsto lo que va a pasar después de que el Congreso rechace el proyecto, en la segunda semana de marzo. Sospecha que Ibarretxe va a esperar a ese rechazo para convocar elecciones inmediatamente para el 8 o 15 de mayo, de forma que la opinión pública vasca vincule el rechazo a la convocatoria, afirman fuentes próximas al Ejecutivo, con lo que la campaña se convertiría de forma efectiva en un plebiscito.
Por eso no quiere que Ibarretxe vuelva mañana por la noche a Vitoria quedando en la opinión pública vasca la sensación de que ha sido "maltratado" en Madrid. "Nada les vendría mejor a los nacionalistas ahora que dar imagen de víctimas a tres meses de las elecciones", argumenta una fuente consultada, en alusión a lapetición de mano dura por parte del PP.
(SERVIMEDIA)
12 Ene 2005
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