Rodríguez Zapatero respondió, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, una pregunta del presidente del PP, que volvió a ofrecerle un gran pacto por la Educación.

El presidente reconoció que el sistema educativo padece algunas deficiencias que deben ser corregidas, pero añadió que, pese a todo, "es tan duro que no se resintió por ministros de Educación como usted".

"La huella es tan resistente que casi nadie se acuerda de que fue ministro de Educación, y cuando le escucho y le leo algunas cosas creo que usted mismo se ha olvidado de que fue ministro de Educación", añadió.

Rodríguez Zapatero le dijo "sí a un pacto escolar, que mejore la educación, que refuerce la educación pública, que defienda la religión para aquellos que la quieran como asignatura, pero sólo para los que la quieran".

"Dejemos las cosas claras", le espetó. "Si se trata de marginar a la escuela pública o de imponer la religión, búsquense a otro, a mí no".

Recordó que toda reforma educativa ha suscitado movilizaciones de diferentes sectores, y que lo único "novedoso" en esta ocasión es que el presidente del Gobierno "ha respetado a los manifestantes, les ha convocado y se ha sentado con ellos, a diferencia de lo que ha pasado en otras ocasiones".

"Usted recibió a los convocantes y, como de costumbre, no se comprometió a nada", respondió Rajoy, para quien las negociaciones de enmiendas va "muy mal" porque no se están aceptando apenas propuestas de la oposición.

"No puede hacer una ley contra millones de españoles, no se puede actuar contra tanta gente a la vez", le advirtió Rajoy, que le reclamó patriotismo para dejar de lado las estrategias políticas y pensar en el interés de los alumnos.