En respuesta a una pregunta del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el presidente aseguró que la Cumbre del próximo fin de semana en Barcelona supondrá la revitalización del proceso iniciado hace diez años.

El objetivo fundamental será crear una zona de libre cambio entre las dos orillas del Mediterráneo en 2010, con aperturas de nuevas líneas de crédito específicas para sector privado y con instrumentos financieros suficientemente dotados por la Unión Europea.

El presidente se mostró convencido de que tanto la declaración final de la Cumbre como el plan de trabajo que se fije para los próximos cinco años confirmarán los objetivos trazados en 1995 y profundizará en otros nuevos relacionados con el fomento de la democracia y los derechos humanos.

Duran i Lleida le había pedido expresamente que esa Cumbre no sea una mera conmemoración de celebrada en 1995, sino que suponga un relanzamiento de objetivos comunes, y propuso expresamente la creación de una Secretaría General, como en el caso de las cumbres iberoamericanas.

"Una Secretaría General, un responsable concreto específico para la gestión, desarrollo y aplicación de esas políticas de integración para superar la brecha de desarrollo", dijo el presidente, sería "una palanca determinante y decisiva". "Puede contar con mi compromiso", respondió.