Desde Moncloa se ve con buenas perspectivas el encuentro de mañana entre el presidente y el nuevo líder de la oposición. Por ello, el portavoz del Gobierno, Pio Cabanillas, quiso disipar cualquier sombra de crítica sobre Zapateroy se negó a valorar si viene precedido de mayor o menor legitimidad que sus antecesores en el liderazgo del primer partido de la oposición.

"Mañana viene el secretario general del PSOE y no hay más matices. Es un cargo democrático y de responsabilidad que merece el máximo respeto y ninguna cualificación más", sentenció.

Aznar afronta la entrevista de mañana como un primer contacto con el líder de la oposición, pero tiene interés en que no sea un encuentro vacio de contenido. No hay una agenda espcífica, pero según Cabanillas, el tema terrorista ocupará con seguridad una buena parte de la conversación.

La esperanza del Ejecutivo es que el cambio de dirección política en el PSOE suponga limar asperezas entre ambos en asuntos de Estado y sirva para echar los cimientos de una relación de diálogo estable.

Por su parte, Rodríguez Zapatero va al encuentro con Aznar con una serie de propuestas concretas con las que tratará de reconstruir un marco de cooperación institucional.

En materia terorista, reiterará al presidente la lealtad de su partido, la defensa de la Constitución y del Estatuto de Gernika, y su voluntad de contribuir al diálogo entre las fuerzas democráticas. También le hará partícipe de las críticas que crea precisas en este terreno, con el compromiso de que ese intercambiio de opiniones siempre se hará con discrección sin que trascienda a los medios de comunicación.

Zapatero instará al presidente a que tome la iniciativa para recuperar la unidad democrática en el País Vaso, puesto que considera que es al Gobierno al que corresponde esa tarea.

Igualmente propondrá un pacto para regular la inmigración, y para abordar la reforma del Reglamento del Congreso y la culminación de una nueva Ley de Financiación de los Partidos Políticos.

También considera fundamental el diálogo y el acuerdo en lo que se refiere a la construcción del Estado autonómico en dos vertientes fundamentales: la financiación de las comunidades autónomas y la reforma del Senado para convertirla en Cáara territorial.

Según Marcelino Iglesias, presidente de Aragón y miembro de la Ejecutiva del PSOE, Zapatero mantendrá mañana una actitud totalmente abierta al diálogo, aunque tiene intención de ser "rotundo" tanto en las coincidencias como en los desacuerdos con Aznar.