Lejos de amilanarse por las críticas y algunas burlas cosechadas por la historia de la niña, incluso por parte de algún dirigente de su propio partido, Rajoy concluyó su intervención de esta noche con las siguientes palabras:

"El otro día hablé de una niña. En esa niña pienso, en esa niña que va a crecer, que tiene que estudiar, que quiere tener una vivienda. Esa niña está en mi cabeza, esa niña es la que mueve mi sentimiento y mi corazón", explicó.

Previamente, Rajoy había proclamado su convicción en que España es un gran país y "una gran nación de ciudadanos libres e iguales", que ahora está atravesando por problemas debido a la mala gestión socialista, pero que pueden superarse actuando con "realismo", "trabajo" y "humildad".

Se comprometió a que la próxima legislatura no sea la de la tesión y la división, para lo cual ofreció formalmente al PSOE tres pactos: para "derrotar" a ETA, para la política exterior y para modernizar el sistema de protección social, especialmente en lo que se refiere a pensiones y sanidad.

Aseguró que, si llega a La Moncloa, no será el presidente del PP, sino de todos los españoles, y afirmó que su gran objetivo será que haya tantas mujeres como hombres con trabajo, además de luchar contra los precios y el desempleo.

Garantizó que él no se enredará en debates sobre naciones ni alianzas de civilizaciones, que bajará los impuestos, potenciará la investigación y promoverá una educación exigente y de calidad en la que se valore el trabajo, el mérito y el esfuerzo.

Por su parte, Rodríguez Zapatero agradeció el apoyo de los ciudadanos durante los cuatro años de legislatura que ahora se cierran, así como las opiniones de quienes "han discrepado con respeto", y afirmó que las dos cosas le han servido de estímulo para "esforzarme y trabajar por mis compatriotas".

Zapatero resumió la filosofía que subyace en su proyecto de España diciendo que cree que "un país es fuerte si da las mismas oportunidades a todos los ciudadanos y apoya a los más débiles".

Para ello, lo primero es "terminar con todas las discriminaciones, empezando por las que afectan a las mujeres", y deben dedicarse la mayor parte de los recursos a gasto social, como sanidad, educación, pensiones y juventud.

Se mostró convencido de que "el futuro es la convivencia y no la división" y proclamó que gobernará "para todos y con respeto a todos", con firmeza y sensibilidad, y que tratará de mejorar las cosas bien hechas y corregir los errores.