Durante su intervención en unas jornadas organizadas por "The Economist" en Madrid, Zapatero anunció que "una de las primeras decisiones legislativas" que el Gobierno tomará tras las elecciones "será la supresión del Impuesto de Patrimonio".

Este impuesto generó en 2005 unos ingresos de 1.400 millones de euros y lo abonaron alrededor de un millón de personas, fundamentalmente "clases medias", sostuvo el jefe del Ejecutivo, quien detalló que, en el marco del nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas, se compensará a las regiones por la cuantía que dejarán de percibir.

Asimismo, el presidente del Gobierno incidió en que hay margen para volver a bajar los impuestos en la próxima legislatura, pero desde la "prudencia" y la "inteligencia".

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