Zapatero hizo estas declaraciones durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en respuesta a una pregunta del líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la que criticó la política exterior socialista por "errática, débil y sectaria".

El jefe del Ejecutivo aseguró que ha abierto un "proceso de diálogo" con el Gobierno boliviano de Evo Morales para tratar de defender los intereses de las compañías españolas perjudicadas por la nacionalización de los recursos energéticos en dicho país.

"Las empresas españolas que han desarrollado un fuerte proceso de inversión en Latinoamérica, que también ha supuesto un fortalecimiento de las empresas, están trabajando, colaborando y recibiendo el apoyo del Gobierno de España como nunca hasta ahora y así lo pueden decir y saber todas las empresas que están allí", dijo.

Zapatero resaltó que a lo largo de los últimos años se han producido "situaciones realmente difíciles" en países iberoamericanos como Argentina y Bolivia, que han llevado a su gobierno a desarrollar "una tarea casi diaria de apoyo a nuestras empresas".

El presidente quiso diferenciar su política exterior de la que la pasada legislatura desarrolló el Partido Popular y, para ello, destacó que mientras Aznar intentaba "agradar a los fuertes", el actual del PSOE trata de colaborar con Bolivia para paliar la "mucha pobreza" que allí existe.

CRITICAS A LOS CAMPEONES NACIONALES

Por su parte, el líder del PP criticó el decreto boliviano de nacionalización de hidrocarburos por los "perjuicios evidentes" que tiene para las empresas españolas y resaltó que "se veía venir" porque Evo Morales ya anunció durante la campaña electoral su intención de asumir los yacimientos energéticos.

Rajoy calificó de "absurda" la teoría de Zapatero de crear campeones nacionales en el sector energético porque, con los mismos argumentos, Morales podría defender que su gobierno asuma todos los recursos de hidrocarburos.

A su juicio, Zapatero debería "terminar con esa ridícula teoría" y concertar una reunión con Morales en Viena aprovechando la "contracumbre" que se ha organizado aprovechando la reunión de la Unión Europea con los principales dirigentes de América Latina y Caribe.

Incluso, Rajoy recomendó al presidente del Gobierno que acuda a los tribunales para defender la aplicación de un contrato firmado con Bolivia para proteger a las empresas españolas que trabajan en aquel país.

Finalmente, evocó la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid por el denominado "caso Bono" para reprochar al Gobierno la "bochornosa detención" de dos militantes del PP en enero de 2005 tras participar en una manifestación de la AVT. Zapatero, en la réplica, aplazó el debate sobre las dimisiones para más adelante pero retó a Rajoy a hacer memoria y recordar que "ustedes no hicieron ni una".