El presidente compareció a las seis y veinte de la tarde en el Palacio de La Moncloa. Recordó que en junio compareció ante los ciudadanos para decir que estaba dispuesto a abordar el final dialogado de la violencia una vez que ETA había decretado un alto el fuego permanente.

La condición, recordó, eran las establecidas por el Parlamento en su resolución de 2005, es decir, "siempre que ETA tuviera voluntad inequívoca de abandonar la violencia".

El Gobierno considera, añadió, que el atentado de esta mañana es "absolutamente incompatible con el fuego permanente que la propia ETA declaró hace nueve meses".

"En consecuencia, y como no se dan las condiciones que establecimos, he ordenado suspender todas las iniciatiovas para desarrollar ese diálogo".

Rodríguez Zapatero precisó, además, que no habrá "ninguna aproximación al planteamiento del diálogo" mientras no se cumplan "escrupulosamente" las condiciones marcadas por aquella resolución del Parlamento, es decir, mientras ETA no muestre "inequívocamente" su voluntad de abandonar la violencia.

El presidente reiteró en varias ocasiones esa misma reflexión, pero no aclaró si esa suspensión del diálogo implica que el Gobierno considera roto el proceso de paz en toda su extensión.

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