Lo explicó el propio presidente en una conversación informal con un grupo de informadores en los pasillos del Senado, donde estaba reunido el pleno del Congreso de los Diputados para convalidar el decreto del Gobierno con medidas para afrontar los incendios.

El presidente recalcó que inició su viaje a China cuando el fuego ya estaba extinguido y cuando, lamentablemente, nada se podía hacer por los once miembos del retén fallecidos.

El presidente defiende la gestión del Gobierno y cree, además, que visitó la zona arrasada en el momento adecuado, porque hacerlo antes sólo hubiera podido provocar problemas para los afectados y para quienes trabajaban en las labores de extinción y en los posteriores retenes de seguridad.

Rodríguez zapatero subrayó que ahora existe una demanda social de que los cargos públicos, incluso los más altos responsables, acudan a zonas donde los ciudadanos sienten la necesidad de apoyo por parte de la administración, como es el caso de este incendio.

No sucedía así hace unos años, dice el presidente, aunque precisa que le parece bien que la ciudadanía exprese esa demanda de presencia de sus representantes.

Sobre la polémica suscitada por la declaración o no de zona catastrófica, el presidente explicó que no existe una legislación general sobre este aspecto, sino que en cada caso, en virtud de su singularidad, se adoptan las medidas oportunas.

Ante las denuncias de diferencia de trato por parte de los afectados en los incendios que el verano pasado afectaron a Huelva, Sevilla y Jaén, el presidente aseguró que ha mantenido conversaciones sobre sus quejas y que, además, está dispuesto a recibir a los alcaldes de estas provincias como ha hecho con los de Guadalajara.