Zapatero hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa en la que hizo balance de la gestión de gobierno de estos cuatro años de legislatura y respondió durante hora y media a más de una treintena de preguntas de los periodistas.

Asumió que hace exactamente un año cometió un "error notable" al pronosticar el final de ETA, por lo que esta vez se mostró mucho más cauto en sus reflexiones sobre la política antiterrorista hasta el punto de negarse a hacer un balance de la labor desarrollada por el Gobierno porque "la valoración la harán los ciudadanos" en las urnas.

Lo que sí intentó dejar claro Zapatero es que, después de la ruptura del alto el fuego declarado por ETA en marzo de 2006, "no hay ninguna expectativa de diálogo con la banda terrorista". "Ninguna", apostilló.

Señaló que cualquier suposición al respecto sería una mera "hipótesis de futuro" en la que no se debe entrar dado que el Gobierno y todas las instituciones están volcadas en este momento en "reprimir la violencia terrorista y a quienes de una u otra manera participan en acciones de esa naturaleza".

Zapatero aseguró que llega a las elecciones generales de marzo con "toda la determinación y la firmeza para llevar adelante la política que reduzca al máximo la capacidad operativa de ETA y nos abra el camino para el fin del terror".

Adujo que a lo largo de estos cuatro años de legislatura ha trabajado "todos los días para terminar con la violencia terrorista o reducir al máximo la violencia", ya que su prioridad como presidente ha sido "intentar salvar vidas y eliminar el terror".

"Les puedo asegurar que lo único que no estaba en mi pensamiento ni está ni estará nunca es cualquier cálculo personal o político, lo único que nunca ha estado en mi pensamiento", dijo.

ILEGALIZACIÓN DE ANV

Zapatero no quiso dar su opinión sobre la posible ilegalización de Acción Nacionalista Vasca porque "lo que importa es la opinión del derecho" y las pruebas que sean capaces de recabar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Fiscalía.

No obstante, garantizó que "nadie va a estar fuera de la ley" en las elecciones generales, por lo que "si alguien vulnera o ha vulnerado la ley no podrá disfrutar de los derechos para la participación política".

"Hay un trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están haciendo una investigación exhaustiva sobre su vinculación con Batasuna. Esa investigación tiene una sede judicial y va a tener la referencia de la Fiscalía General del Estado y de la Abogacía General del Estado", dijo.

Zapatero lamentó que en la lucha contra el terrorismo no haya contado con apoyo del principal partido de la oposición, a quien responsabilizó de haber roto la imagen de "unidad y consenso" que desean los ciudadanos entre las grandes formaciones políticas.

Recordó que, cuando estuvo en la oposición la pasada legislatura, dio "todo el apoyo sin pedir nada a cambio" a José María Aznar para acabar con ETA porque entendía que era "bueno para la lucha antiterrorista y para el país".

Lamentó que ahora no haya sido igual y lo achacó expresamente a la manera que tiene el PP de hacer oposición, ya que en la última etapa de Felipe González también hubo "grandes disensos y críticas a la política antiterrorista".

Por eso, manifestó que los dirigentes populares son "los únicos que no han respetado una pauta muy constructiva para la democracia que es no hacer política de confrontación con el terrorismo".

Finalmente, Zapatero criticó las comparaciones realizadas desde el Partido Nacionalista Vasco sobre el sufrimiento de las víctimas del terrorismo y las familias de los presos de ETA, las cuales censuró por completo al considerarlas "absolutamente inaceptables e insólidas".