ZAPATERO MANTIENE SU SEGURIDAD EN QUE ESPAÑA "VA A CONTAR" EN LA CUMBRE DE NOVIEMBRE PARA REDEFINIR EL SISTEMA FINANCIERO
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo hoy su seguridad en que España "va a contar" en la cumbre convocada para el próximo mes de noviembre en Estados Unidos con el objetivo de redefinir el sistema financiero internacional.
Después de especulaciones e interpretaciones sobre los frutos de la ofensiva diplomática española para tener presencia en esa cita el 15 de noviembre en Washington, el presidente aseguró desde Pekín, donde asiste a la 7ª Cumbre Europa-Asia, que España "va a contar".
Sin embargo, no precisó abiertamente si contará en la definición de la posición europea que se defenderá en esa cumbre, o habrá una presencia formal del Gobierno español en esa cita.
En las horas previas al viaje del presidente a China, desde el Gobierno se reconoció que los contactos en esta cumbre Europa-Asia, como en la próxima Iberoamericana de El Salvador, se aprovecharían para defender la presencia de España en la cumbre de noviembre ante los países del G8 y del G20.
No obstante, Rodríguez Zapatero precisó hoy que esta cita en China "no es el sitio" para tratar esa participación sino para analizar la situación financiera y la necesidad de respuestas coordinadas.
A Estados Unidos se achaca el formato propuesto para esa cumbre, el G8 y el G20, lo que deja fuera a España, pero el presidente insistió en que la iniciaitva es europea, partió del Consejo y la propueso expresamente el presidente de turno, Nicolas Sarkozy.
Por tanto, tiene relevancia lo que diga Estados Unidos pero también Europa, y la confianza de España está puesta en gran medida en el trabajo de las instituciones comunitarias.
El presidente tachó de "pintorescas" algunas de las interpretaciones sobre la ofensiva diplomática del Gobierno, "que tienen poco que ver con la realidad". "Las cosas están como estaban hace una semana y como estarán mañana y pasado", sentenció.
"Esto no se resuelve con dos llamadas", añadió, sino que tiene un calado institucional, y lo importante es que España "tiene mucho que decir" en eso que Sarkozy llama la "refundación del capitalismo", subrayó el presidente, "y lo va a decir".
El Gobierno, por tanto, mantiene su intención de tener presencia en esa cumbre a partir de razones que considera objetivas, y respondió con cierta ironía a quienes achacan la inicial exclusión de España a su falta de amistad personal con el presidente estadounidense.
Subrayó en primer lugar que Europa es la autora de la iniciativa, y también que amistad con George Bush tenía el anterior presidente, José María Aznar, y no sirvió para que España estuviera en ninguna cumbre de este tipo. "Amistades hubo, y fíjese para qué sirvieron", sentenció.
El Gobierno, reiteró, se basa en razones y argumentos y por ello "sin alaracas, sin hacer nada extraño, sólo con argumentos y razones, defendemos que nuestra voz cuente y puedo asegurar, va a contar".
En la Cumbre Europa-Asia, el presidente defiende que la actual crisis financiera requiere una respuesta global que pasa en primer lugar por devolver al sistema "a los objetivos y valores "de los que nunca debió salir".
Esos objetivos son contribuir al buen funcionamiento de la economía desde la transparencia, con una visión democrática y accesible del sistema, inteligible y "controlable por los ciudadanos a través de sus gobiernos".
Para ello, aboga por una reforma del Fondo Monetario Internacional para que su mandato incluya mecanismos de supervisión general del sistema financiero, incluidas las agencias que acreditan la calidad de los productos, y para reforzar su papel de prestamista a economías emergentes.
Esa es la posición que España defiende en Europa, con Asia, la que defenderá en la Cumbre Iberoamericana, y la que asume que después de ser definida y perfilada por todos, debe concretarse después con encuentros en los que España seguirá formulando aportaciones.
Esa cumbre se celebraba en Pekín mientras el viernes las bolsas, también la española, vivieron grandes descensos. El presidente subrayó la "volatilidad" de los mercados supeditada a las expectativas, pero aseguró que las medidas del eurogrupo van "por el buen camino" y prueba de ello es la evolución "muy favorable" del euríbor.
(SERVIMEDIA)
25 Oct 2008
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