Ambos permanecieron reunidos durante cerca de una hora en el despacho de Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputado, por primera vez desde que ambos accedieron a la máxima responsabilidad de sus respectivas formaciones políticas.

A la vista del resultado que arrojó el acuerdo preelectoral suscrito por PSOE e Izquierda Unida el pasado año, y con nuevas direcciones en las dos formaciones, ambos coincidieron en la necesidad de abrir "nuevos caminos" en su relación, en palabras de Llamazares.

En este sentido, Rodríguez Zapatero consideró que se han superado "prejuicios históricos" entre ambas fuerzas y el actual s un buen momento para abrir "una nueva etapa" en su relación, a través de un diálogo institucional y parlamentario basado en el respeto a sus diferencias.

Este diálogo se plasmará en encuentros periódicos a distintos niveles. Dos de estas reuniones sectoriales ya están definidas: una para analizar el nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas y entes locales, y otra para revisar los acuerdos municipales de ambas formaciones y proyectarlos hasta el final de la legislatura.

EXTRANJERI

Llamazares centró toda su comparecencia ante los medios de comunicación en el contenido de la reunión con Zapatero, mientras que el líder socialista aprovechó para anunciar diversas iniciativas de su Grupo Parlamentario y exponer su valoración sobre algunos asuntos.

Por este motivo, el líder de Izquierda Unida fue mucho más explícito al explicar el contenido de la reunión y puso mucho énfasis en resaltar la coincidencia de ambos en la necesidad de coordinar su oposición a un Gobierno "conservado" que está mostrando ahora "su verdadero perfil" y que en algunos casos "no solucina los problemas sino que los empeora".

Como ejemplo, se refirió al "estrepitoso fracaso" del Ejecutivo al afrontar el reto de la inmigración, y defendió la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la nueva Ley de Extranjería, a pesar de que esta idea no es compartida por el líder del PSOE.

Rodríguez Zapatero consideró que este método no es el más idóneo para que el Gobierno modifique su actitud "eqivocada" respecto a los inmigrantes y se de cuenta de que no es un problema ideológico sino "de capacidad de gobernar".

En este punto, pidió al Ejecutivo que aprenda "la lección" ofrecida ayer por todos los sectores de la sociedad murciana al movilizarse en distintos frentes para resolver la situación de los inmigrantes irregulares.

De modo general, Zapatero y Llamazares coincidieron en la necesidad de presentar alternativas serias a la política del Gobierno, sobre todo en las cuestiones socialesy en la vertebración social y territorial del país.