ZAPATERO Y LLAMAZARES QUIEREN AGLUTINAR A TODA LA OPOSICION EN CONTRA DE LA "SOBERBIA Y LA PREPOTENCIA" DEL GOBIERNO

- La principal discrepancia reside en la Ley de Partidos

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general del PSOE, José Lui Rodríguez Zapatero, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quieren aglutinar al conjunto de la oposición para oponerse "a la soberbia y la prepotencia" con la que el Gobierno ejerce su mayoría absoluta.

Este es el principal acuerdo alcanzado por ambos en la reunión que mantuvieron esta tarde en el despacho de Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados.

En sendas ruedas de prensa consecutivas, los dos se mostraron satisfechos y señalaron tres espacios de coincidenia y sólo una discrepancia, la reforma de la Ley de Partidos, considerada necesaria por los socialistas y rechazada de plano por Izquierda Unida.

Rodríguez Zapatero trasladó a Llamazares su convencimiento de que esta reforma es "necesaria y conveniente" para luchar contra ETA y contra su entorno. Le garantizó, no obstante, que el PSOE tratará de lograr un cambio de actitud del Gobierno para garantizar que la ley goza de plenas garantías constituciones, se adapta perfectamente al Estado de derecho y a a separación de poderes, y concita el mayor respaldo posible.

Estos argumentos no convencieron a Llamazares, para quien esta ley es innecesaria, además de inoportuna, ya que, según sus datos, Batasuna se está reforzando socialmente nada más surgir el debate.

Pese a esta diferencia, Rodríguez Zapatero y Llamazares coincidieron en subrayar el difícil camino que se abrirá ante el Gobierno si persiste en su intención de sacar adelante la reforma sin mejoras y sin más respaldo que el de su mayoría absluta.

Esta actitud del Gobierno es la que provocó el mayor espacio de acuerdo entre ambos dirigentes. En primer lugar, denunciaron el "menosprecio" del Ejecutivo al Parlamento y a los grupos de la oposición, y acordaron poner en marchas estrategias conjuntas con otros grupos para "no dejarnos amordazar", en palabras de Llamazares.

En la misma línea, constataron la renuncia del Gobierno a dialogar con los sectores implicados por sus reformas, ya sean educativas o laborales. En este punto, los dos e acusaron abiertamente de "agredir" derechos fundamentales de los ciudadanos, como es el de una educación de calidad y laica, o el de recibir un subsidio de desempleo después de haber cotizado.

El Ejecutivo ha demostrado, en palabras del líder socialista, que cada día "es más de derechas y más neoliberal, y está más alejado de lo que quieren la mayoría de los ciudadanos, que es más justicia social, más igualdad de oportunidades". En su opinión, el PP ha pasado de su viaje al centro "a darle un viaje iario al centro político, que ya está irreconocible".

Por ello, y pese a tener "ritmos diferentes" en cuanto a las medidas a adoptar, ambos consideran "justificadas" las críticas de los sectores ciudadanos, tanto de las plataformas de alumnos y profesores, como de los sindicatos.

Pero en este asunto también hay matices. Así, Llamazares garantizó el respaldo de Izquierda Unida a la huelga general de los sindicatos si el Gobierno no rectifica, y Zapatero la consideró justificada, pero prefirió hace un nuevo llamamiento al diálogo para tratar de llegar a un acuerdo.

El otro gran ámbito de coincidencia fue la política municipal. Los dos se mostraron satisfechos del balance de los gobiernos municipales que comparten o en los que se respaldan mutuamente, y se mostraron optimistas ante las elecciones de 2003.

Aunque no quisieron avanzar estrategias, Llamazares aclaró que cada fuerza tratará de ganar el mayor respaldo posible y después estrecharán sus lazos de colaboración para incrementar la prsencia de la izquierda en los ayuntamientos.

Será, dijo Rodríguez Zapatero, "el primer escenario claro" del objetivo a lograr un año después, en las elecciones generales de 2004.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2002
CLC