ZAPATERO JUZGA "RIDÍCULA" LA PROPUESTA DE RAJOY DEL CONTRATO DE INTEGRACIÓN, PORQUE "NO SIRVE PARA NADA"
- Asegura que la economía reabsorberá el paro procedente de la construcción
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, juzgó hoy "ridícula", porque "no sirve para nada", la propuesta de Mariano Rajoy de promover un contrato de integración de los inmigrantes que quieran vivir en España.
Aseguró que la gestión de la inmigración era en 2004 "un desastre absoluto", con 700.000 trabajadores irregulares. La regularización, insistió, fue acordada con empresarios y sindicatos y ha reportado ingresos "muy importantes" al Estado.
De hecho, aseguró que gran parte del ahorro acumulado en el superávit y en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social es gracias a las cotizaciones de esos inmigrantes. Su integración es un reto, reconoció, pero los ciudadanos deben saber también "lo que aportan".
Distinguió aquel proceso de regularización, "con contrato laboral del empresario", del emprendido anteriormente por el Gobierno al que pertenecía Mariano Rajoy, en el que "valía un bonobús".
Aseguró además, en declaraciones a Onda Cero, que se han reforzado las expulsiones y las repatriaciones gracias en buena medida a los acuerdos alcanzados con los países de origen, imprescindibles para poder ser efectivas.
Quedan muchas cosas por hacer pero ahora la inmigración es más ordenada y llega en gran parte por demanda laboral, dijo. En este punto, reconoció que al crecer el empleo de forma "más tímida" puede disminuir el flujo de inmigrantes reclamado por las empresas españolas, aunque seguirá habiendo sectores de actividad que se cubran prácticamente en su totalidad con ese colectivo, como el de la vendimia o el servicio doméstico.
Por todo ello, denunció "la fácil demagogia, inventos como el contrato" propuesto por Rajoy, "que no sirve para nada" y que es una propuesta "ridícula".
CONFLICTOS INVENTADOS
Rodríguez Zapatero acusó además al PP de "inventar conflictos" que no existen en España, como el del velo de las mujeres musulmanas, pretendiendo que lo puedan llevar las españolas pero no las inmigrantes.
Se mostró partidario de que ese asunto se resuelva "en el ámbito local" y nunca "con discursos de cruzadas", sobre la base de que es un asunto muy complejo y de que, por ejemplo, en muchas ocasiones el velo no es para las mujeres musulmanas un signo de sumisión, sino un "factor de identidad" en un país y una cultura que no es la suya.
El presidente defendió la aportación de los inmigrantes a la economía española, de la que subrayó que ha crecido por encima de la media europea, el último trimestre de 2007 al 3,5%, y también a la creación de empleo, aunque ahora haya "un repunte" debido en gran medida al descenso de ritmo en la construcción.
Reconoció que existe incertidumbre en la economía mundial "que no se ha fraguado en Ferraz", sino que está originada en Estados Unidos, pero la economía española está preparada para afrontarla por el ahorro acumulado, el descenso de la deuda y la solvencia del sistema financiero.
El sector público está dispuesto a "animar" la economía adelantando licitaciones de obra y hay planes en marcha de construcción de vivienda protegida y rehabilitación que contribuirán junto a otros sectores a reabsorber el paro procedente de la construcción.
Lo importante, aseguró, es la reacción del Gobierno, una llamada a sindicatos y empresarios para asegurar el crecimiento y la ayuda a las familias mediante la subida del salario y las pensiones mínimas y la rebaja de 400 euros en el IRPF, muy alejada del "decretazo" con el que respondió el PP a una subida del paro.
Sobre esa rebaja del IRPF, insistió en defender su progresividad con el argumento de que beneficia más a quienes menos declaran y de que las rentas más altas no tributan ese impuesto, y aseguró que el coste técnico de excluir de la medida a determinadas rentas "no compensa".
(SERVIMEDIA)
14 Feb 2008
CAA