ZAPATERO EXPRESA "CON FIRMEZA" A MARAGALL SUS OBJECIONES AL TEXTO
- Ambos acuerdan trabajar para que el PP se sume a un consenso que garantice, además, la constitucionalidad de la reforma
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó esta tarde "con firmeza" a Pasqual Maragall sus objeciones sobre la constitucionalidad de la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña aprobada por el parlamento autonómico y que debe ser ahora tramitada por las Cortes Generales.
Horas después de que la propuesta llegara al Congreso de los Diputados, ambos mantuvieron en Moncloa una reunión de casi dos horas que, según explicaron a Servimedia fuentes gubernamentales y de la Generalitat, se celebró con buen tono y en un ambiente cordial.
Pero esa cordialidad no fue óbice para que el presidente del Gobierno expusiera a Maragall sus objeciones a puntos concretos de la reforma que podrían vulnerar la letra y el espíritu de la Constitución y que violarían con ello uno de los principios básicos fijados por la dirección del PSOE para respaldar estas reformas.
Ese temor se ha instalado en algunos cuadros del PSOE, como también cierto malestar, que ha llegado incluso al PSC, por la reunión que Maragall ha impulsado entre los partidos catalanes para hacer frente común en Madrid y sacar adelante el Estatuto.
Son muchos los socialistas que temen que esa reunión pueda ser entendida como un intento de construir una política de frentes, de la que el partido quiere huir a toda costa.
Recuerdan, en este sentido, que el objetivo último de toda reforma estatutaria es mejorar la vida de los ciudadanos, no confrontar a unos con otros.
A pesar de las reticencias, Rodríguez Zapatero y Maragall estuvieron de acuerdo en que la reforma debe salir adelante en las Cortes y en que debe hacerlo con diálogo y consenso para garantizar también el pleno encaje constitucional.
Diálogo y Constitución fueron los dos principios defendidos por el presidente del Gobierno al hablar de esta reforma en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, donde intervino justo antes de reunirse con Maragall.
Los socialistas, y así lo han ratificado en su reunión los dos presidentes, tienen las puertas abiertas al resto de los partidos para consensuar las modificaciones a la propuesta de reforma y que, según confirmó Rodríguez Zapatero en el Congreso, llegarán con toda seguridad pese a las reticencias de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Especial interés tienen Rodríguez Zapatero y Maragall en sumar al PP a ese consenso, conscientes de que el primer partido de la oposición en el ámbito estatal no puede quedarse fuera de lo que los dos mandatarios desean que sea un momento histórico para Cataluña y para España.
Al PP había dedicado un mensaje muy claro el presidente desde su escaño del Congreso de los Diputados al recordar que el PSOE no ha cambiado nunca de siglas y ha afrontado siempre con los mismos valores todas las reformas institucionales que ha vivido España.
Rodríguez Zapatero invitó expresamente al presidente del PP, Mariano Rajoy, a sumarse a esa tarea "razonable" utilizando para ello el sentido común. Le exigió, eso sí, y como primer paso, que deje de "meter miedo absurdamente" a los ciudadanos.
(SERVIMEDIA)
05 Oct 2005
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