En declaraciones a Catalunya Radio, recogidas por Servimedia, el presidente criticó la existencia de determinadas "voces" y "sectores" del PP que no están ayudando, ya que deberían tener "una actitud distinta" ante lo que supone el proceso relativo al alto el fuego de la banda etarra.

A este respecto, se refirió a que el diálogo como tal con los terroristas todavía no ha empezado, aunque el Gobierno tiene claro de qué quiere tratar. "No hemos empezado a hablar", aseguró el presidente, quien añadió que en los encuentros va a tratarse sobre la forma de que ETA "deponga definitivamente las armas, para que se disuelva como organización", así como "del futuro de sus integrantes".

El jefe del Ejecutivo destacó que es importante que el PP se responsabilice también de la evolución del proceso de paz, ya que con esto haría un gran servicio a la sociedad española.

Destacó, en esta línea, que nos encontramos ante el primer alto el fuego permanente de la democracia, por lo que se trata de una situación "para la esperanza, para el optimismo, para volcarse más que nunca en el fin de la violencia".

En este sentido, añadió que si él estuviera en la oposición, en un contexto como éste "estaría dando un apoyo cerrado, sin fisuras, sin condiciones, sin críticas, sin exigencias" a lo que estuviera haciendo el Gobierno.

Asimismo, remarcó que poner fin a ETA es "una tarea ambiciosa, pero que merece la pena", aunque dijo que exigirá mucho trabajo y que se esté "a la altura del compromiso".