ZAPATERO DENUNCIA A QUIENES "SE GOLPEAN EL PECHO" PARA ADHERIRSE A LA CONSTITUCIÓN PERO ENTORPECEN LA TAREA DEL TC
- Reitera que no se da el clima político para abordar una reforma, que afectaría sólo a cuestiones procedimentales
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reivindicó hoy la plena vigencia de la Constitución y denunció a quienes "se golpean el pecho" para adherirse a ella al mismo tiempo que entorpecen la labor del Tribunal Constitucional, esencial para el propio desarrollo de su contenido y para garantizar su adaptación a la realidad cambiante.
Rodríguez Zapatero pronunció una conferencia en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales sobre los treinta años de la Constitución, y defendió que sus posibilidades de adaptación a la realidad "dependen en buena medida de lo que establezca su intérprete supremo, el Tribunal Constitucional".
Subrayó, en este sentido, la responsabilidad que, en relación con el prestigio institucional de ese órgano y su buen funcionamiento, pesa sobre los representantes políticos, tanto del Gobierno como de la oposición.
Esa responsabilidad se extiende a su renovación dentro de las previsiones de la propia Constitución, al respeto a su trabajo cotidiano, y también "a la hora de comentar sus decisiones y someterlas, en su caso, a una crítica que, no por libre, debe estar exenta de mesura".
Por ello, aseguró, "incurren en una contradicción esencial quienes, desde puestos de relevancia pública, no dudan en golpearse el pecho a diario para proclamar su adhesión a la Constitución y luego no extreman el celo para respetar, hacer respetar y facilitar la tarea del Tribunal".
El presidente juzgó "imprescindible" la labor del Constitucional y alertó de la necesidad de que siga desempeñándola "con el mismo sentido institucional y calidad técnica" que hasta ahora.
Sus primeras palabras fueron para los autores de la transición, "un proceso admirable, con un resultado admirable", pero también para las generaciones de españoles que desde todos los ámbitos han mantenido viva la Constitución al comportarse de acuerdo a sus valores.
"CALDO DE CULTIVO" PARA LA REFORMA
Si la Constitución es, como afirmó, no sólo un valor presente sino también el mejor instrumento para enfrentar el futuro, su contenido no puede ser tratado "como si fuera materia inerte, en un altar". "Necesita vivir a pie de calle. No está hecha la Constitución para ser contemplada, sino para ser sentida".
Sobre esa base, entró de lleno a exponer su posición sobre la conveniencia de reformar la Constitución y se mostró abiertamente partidario de tocar sólo cuestiones "de carácter orgánico o procedimental", dejando a salvo las grandes decisiones de los constituyentes en cuanto a forma de Estado, forma de Gobierno, declaración de derechos fundamentales y también sistema electoral.
Recordó que en 2004 el PSOE llevaba en su programa electoral "cuatro modificaciones concretas" de la Constitución (inclusión de la Constitución europea, denominación de las comunidades autónomas, Senado y sucesión a la Corona) y se llegó a solicitar informe del Consejo de Estado, pero el Gobierno "llegó pronto a la conclusión de que no concurrían las condiciones necesarias" para abordar esa reforma.
Hoy sigue pensando que la Constitución "es perfectible", pero también que "sólo sería prudente y oportuno" acometer reformas con un consenso básico de partida entre los grandes partidos, pero no sólo de ellos.
Más allá de la mayoría cualificada exigida por la Constitución para su reforma, "sería muy conveniente que el grado de acuerdo a buscar y a conseguir fuera semejante al que concitó en su día el texto vigente" para garantizar la integración política lograda en estos treinta años.
"En este sentido, no hay, a mi juicio, en este momento, un clima político propicio para poner en marcha un procedimiento de reforma, significativo, de la Constitución", sentenció.
A pesar de ello, aseguró que no ha sido baldío el debate sobre ello de los años anteriores, porque hablar de esa reforma ha sido "el caldo de cultivo necesario para que algún día se den las condiciones políticas para abordarla con suficientes garantías de consenso y con suficientes dosis de normalidad".
"LEALTAD" CON EL ESTATUTO
Rodríguez Zapatero tuvo una referencia expresa a la Constitución como una serie de "paredes maestras" que condicionan el resultado final del Estado autonómico, y mencionó específicamente el proceso de redacción y aprobación del nuevo Estatuto de Cataluña.
Aseguró que en todo el proceso "se respetó la lógica constitucional, el diálogo entre parlamentos y el papel decisivo final de las Cortes Generales. Ahora procede, como con los demás Estatutos, y sin perjuicio de lo que establezca el Tribunal Constitucional, desarrollarlo con lealtad y con sentido del equilibrio", proclamó.
Subrayó también que la Constitución proporciona al Estado los instrumentos necesarios para luchar contra sus enemigos, como el terrorismo. Su contenido, apoyado en la jurisprudencia del Constitucional y del Supremo, ha permitido "trazar una línea nítida entre la lícita acción política y la colaboración con el terrorismo".
Mientras se debate la posibilidad o no de expulsar a ANV de los ayuntamientos, el presidente defendió que "el bisturí tiene que extirpar las células cancerígenas que se aprovechan de la vitalidad del cuerpo pero con cuidado de no rozar el corazón del pluralismo".
(SERVIMEDIA)
10 Dic 2008
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