Zapatero y Rajoy se enfrentaron a cuenta de este asunto durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, que comenzó pasadas las 13.00 horas por la comparecencia previa del jefe del Ejecutivo para explicar en sede parlamentaria los recientes cambios de sus ministros.

Rajoy interrogó a Zapatero sobre el mensaje lanzado por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y las críticas que ha recibido del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, por poner en duda la viabilidad futura de la Seguridad Social.

Zapatero dijo que "deberíamos felicitarnos" por las discrepancias surgidas entre el Gobierno y el Banco de España en este asunto, ya que demuestran "cómo las autoridades independientes pueden emitir sus opiniones".

"Coincidiremos en el 90 por ciento y a lo mejor en el 10 por ciento no. Eso es saludable para la democracia", sentenció el presidente. "Discrepar es legítimo y creo que tener una opinión distinta no es faltar al respeto a nadie".

Zapatero adujo como algo normal que el gobernador del Banco de España, al que definió como una "persona competente y capaz", vaticine un déficit en la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo augure un superávit para 2009.

El presidente del Gobierno ensalzó a la Tesorería General del Estado como un organisno más "fiable" que el Banco de España, porque tiene en su poder los datos oficiales actualizados de ingresos a la Seguridad Social.

Asimismo, destacó que la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo ya está trabajando con la vista puesta en el futuro y reprochó que el principal partido de la oposición no ha dicho todavía lo que haría con las pensiones.

"COSAS MUY SENSATAS" DEL GOBERNADOR

El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó al Gobierno que infunda "confianza" y "credibilidad" en la economía, en lugar de arremeter contra las reflexiones del gobernador del Banco de España.

Aseguró que, así, el Ejecutivo consigue "todo lo contrario" de lo que debería hacer en tiempos de crisis, especialmente cuando "quien ha generado alarma" no es Miguel Ángel Fernández Ordóñez, "sino todas las personas que salieron a criticarle".

Rajoy elogió al gobernador del Banco de España por haber dicho "cosas muy sensatas" en la comparecencia parlamentaria ante la Comisión del Pacto de Toledo.

A su juicio, Fernández Ordóñez acertó al alertar del "rápido deterioro" que va a sufrir la Seguridad Social en los próximos años, de la "baja natalidad" de la sociedad y del aumento de esperanza de vida de los españoles, que incrementa a la vez el gasto en pensiones.

Por todo ello, pidió "ponerse a trabajar en la reforma de la Seguridad Social", para garantizar las pensiones en el futuro, y criticó a Zapatero por seguir "sin hacer ninguna reforma estructural" en la economía.

Rajoy emplazó, finalmente, al Ejecutivo a dejarse de "chau-chaus", ante la importancia de las pensiones y del cobro futuro de las prestaciones por jubilación a las que tienen derecho los españoles.