Rodríguez Zapatero tomó la palabra a mitad del Debate sobre el Estado de las Autonomías para responder exclusivamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que minutos antes había arremetido contra las reformas constitucionales y estatutarias.

El presidente del Gobierno afirmó que la reforma del Senado "sólo tendrá remisión a la cámara para su discusión si existe consenso previo entre las dos fuerzas mayoritarias", a partir del informe que elabore el Consejo de Estado sobre las cuatro modificaciones constitucionales que el PSOE llevaba en su programa electoral.

Ayer, Zapatero anunció su intención de crear una ponencia en el Senado, en la que participen grupos parlamentarios y comunidades autónomas, que recibiría inmediatamente el informe del Consejo de Estado para comenzar a trabajar sobre las reformas constitucionales.

Durante el turno de réplica a Esperanza Aguirre, Zapatero defendió la participación de este órgano consultivo del Estado por su "credibilidad y autoridad" y porque su independencia facilitará que "nadie piense que el Gobierno quiere determinar un modelo" de funcionamiento del Senado.

A su juicio, la reforma es "de lógica y sentido común", puesto que las comunidades autónomas poseen un "importantísimo volumen de competencias" y manejan un tercio del gasto públicodel Estado. Por todo ello, Zapatero advirtió de que, si no es ahora, la reforma del Senado se hará "antes o después", porque se ha perdido "bastante tiempo retrasando esta necesidad imperiosa".

Por su parte, Aguirre tomó de nuevo la palabra por alusiones para advertir de que "no es fácil" reformar el Senado y recordar que cuando el Partido Popular lo intentó tras su llegada al Gobierno en 1996, el proceso "embarrancó" por diversas dificultades.

CONFERENCIA DE PRESIDENTES

El presidente del Gobierno respondió también al anuncio de Aguirre de no volver a acudir a una reunión de la Conferencia de Presidentes mientras no se regule jurídicamente su funcionamiento y las condiciones para su convocatoria.

Zapatero criticó que, en su discurso, la presidenta madrileña asegurase que no piensa volver a la Conferencia de Presidentes y, acto seguido, propusiera que en la próxima reunión se aborde el problema del agua.

Para el jefe del Ejecutivo, la Conferencia de Presidentes "cuajará" en el futuro si los presidentes autonómicos muestran "voluntad política y de consenso" para que siga funcionando, y no por la elaboración de un reglamento sobre su método de trabajo.

Zapatero instó a los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas a "reflexionar con sosiego" sobre lo que representa la Conferencia de Presidentes, teniendo en cuenta que, en el futuro, habrá otros dirigentes, de distinto color político, que podrán emplear este órgano para potenciar la cooperación entre el Estado y las comunidades y mejorar la atención a los ciudadanos.

El presidente del Gobierno estuvo durante más de una hora respondiendo punto por punto al discurso de Esperanza Aguirre, aunque abordó cuestiones que van más allá de las propias competencias autonómicas, como la política exterior o las reformas estatutarias.

Zapatero hizo especial hincapié en las diversas inversiones que el Gobierno ha aprobado para el próximo año dentro de los Presupuestos Generales del Estado para 2006, con lo que trató de desmentir las manifestaciones de Aguirre de que su comunidad recibe menos recursos que el resto de las regiones.

Después de una hora de respuesta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Zapatero se dirigió durante cinco a minutos a Jaume Matas para decirle que "no hay motivo para el temor" y recomendarle que "apueste por el futuro" en las reformas territoriales.

Asimismo, deseó que el archipiélago balear pueda obtener una mejora de sus recursos económicos cuando se apruebe un nuevo sistema de financiación autonómica durante el próximo año, según las previsiones del Gobierno.