Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves, los dos presidentes candidatos a la reelección en las elecciones generales y autonómicas andaluzas del próximo 9 de marzo, protagonizaron un acto en un abarrotado velódromo de Dos Hermanas, en Sevilla, en el que la organización aseguraba que había más de 20.000 personas. En primera fila estaba Alfonso Guerra, cabeza de lista al Congreso de los Diputados por Sevilla.

Las primeras palabras de Rodríguez Zapatero fueron para agradecer que González esté "sudando la camiseta" en campaña incluso más que alguna de las ocasiones en las que aspiraba a la Presidencia del Gobierno. "Eso es ser solidario, entregarse por una causa, y es lo que nos hace fuertes, imparables, invencibles para el 9 de marzo".

Después volvió a hacer referencia al debate entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro, del que los socialistas siguen sacando pecho a medida que se acerca el "cara a cara" entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Subrayó que el candidato del PP "ya no habla de economía, y no ha dicho ni pío" de ese debate. "Sabéis que Solbes está más preparado, tiene más rigor, es más serio, pero no ganó el debate por eso", dijo al auditorio, sino "porque se impuso la verdad y la humildad.

"Nunca habéis escuchado a Solbes decir que es el mejor, pero a Pizarro sí, y le pasó lo que le pasó", dijo el presidente, que denunció la "soberbia" demostrada por el PP y por el propio Pizarro al decir incluso que ganó el debate, "¡y se queda tan ancho!", exclamó.

Los candidatos del PP, ironizó, "siempre son los mejores, los que más hacen, siempre son mejores que el adversario, pero no acaban de entender que en una democracia nadie es más que nadie, salvo quien decide el pueblo con su voto".

Tienen una opinión tan buena de sí mismos, aseguró, como poca confianza en el futuro del país y de su capacidad para llegar a las cotas más altas de bienestar.

El problema del PP, reiteró, es que llevan cuatro años diciendo "barbaridades" y al llegar a la campaña "se les ha roto el invento de Pizarro", así que ya no tienen "nada más que decir salvo que volverán a la lucha contra el terrorismo".

El presidente expresó su respeto por quienes crean realmente que la economía "es una ruina", España y la familia se rompen y el Gobierno ha entregado a ETA "las llaves del Estado", y quieran por ello votar al PP.

"Pero la mayoría de españoles no piensa eso de España", y a esa mayoría se dirigió para advertir de que sólo la confianza, la convicción, el optimismo y el valor hacen avanzar a un país, y el objetivo el 9 de marzo es que "la mayoría de la calle sea la mayoría del Parlamento".

A quienes están indecisos pero no les gusta el modo de actuar del PP, el presidente les recordó que el día siguiente de las elecciones es posible que haya "por fin en España otra derecha, que deje la mentira, el insulto, la descalificación e inicie la senda del respeto y la tolerancia, de colaboración y de seriedad con los intereses generales de España".

Rodríguez Zapatero expuso las medidas y logros conseguidos gracias al respaldo obtenido en 2004 y las propuestas con las que pide de nuevo el voto ahora, y reclamó de los socialistas el mismo esfuerzo en campaña y las mismas ganas con las que Felipe González está haciendo mítines por toda España.

"Nada está decidido hasta el día que la gente va a votar", subrayó el presidente, y hasta ese momento los ciudadanos tienen derecho a contrastar lo que es y representa cada alternativa.

En esa tarea, concluyó, los socialistas tienen "gran ventaja" porque puede defender con orgullo una trayectoria de más de cien años de defensa de la democracia, la libertad, la igualdad y el progreso, "eso es el PSOE de ayer, de hoy y de mañana".