Zapatero felicitó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado españoles y franceses por "la gran operación antiterrorista" que se ha saldado con la detención del jefe de los comandos de ETA Jurdan Martitegi.

El presidente del Gobierno hizo estas declaraciones en un encuentro con alcaldes en el auditorio del Centro Cultural "Miguel Delibes", en Valladolid, al que acudieron más de 1.600 personas.

En este sentido, Zapatero señaló que "la lucha por el fin del terrorismo es imparable" y aseguró que "terminará con ETA", a la que definió como una "lacra histórica".

A su juicio, "el PSOE le debe mucho" a los compañeros que "en aquellos municipios vascos y navarros" "han defendido la vida y la paz" ante "la amenaza", un reconocimiento en el que también incluyó a compañeros de otros partidos políticos.

En este sentido, recordó especialmente al socialista "Isaías Carrasco, en la persona de Sandra Carrasco", hija de esta víctima mortal de ETA, que durante el acto recibió una placa conmemorativa.

"Os puedo garantizar, que nuestra memoria está y estará siempre la gente (como Carrasco) que de manera generosa ha encarnado y defendido nuestras ideas", apuntó.

Zapatero afirmó que personalmente "representa un momento difícil" y no se le "olvidará jamás" el momento de "tristeza dolor y rabia" cuando, al final del último mítin de la campaña electoral de las generales, le comunicaron el fortalecimiento de su compañero socialista.

Sin embargo, aseguró que "esa rabia, ese dolor" se convirtió "a los pocos días" en "más ganas de defender estas ideas y de alcanzar la paz" gracias a la lección de ver como Sandra Carrasco "recogía el testigo" de su padre.

De este modo, advirtió a ETA de que, con "el fanatismo y el asesinato", debería saber a "estas alturas que lo único que provocan" son "más ganas de vivir" y de tener más "vida aunque maten, más libertad aunque amenacen, más ciudadanía aunque traten de imponerse, más solidaridad aunque traten de condicionar a los gobiernos" .