"En absoluto", respondió con contundencia el presidente al ser preguntado por las informaciones que apuntan a esos acuerdos previos entre el Gobierno y la banda terrorista.

En declaraciones a Punto Radio recogidas por Servimedia, el presidente apuntó también que el objetivo del Gobierno es trabajar por la paz, pero que el Estado está "siempre preparado" para responder a un posible fracaso del proceso.

No quiso hablar de mediadores, pero sí reconoció el esfuerzo de personas "anónimas" que trabajan para que el alto el fuego permanente de ETA sea definitivo y lleve a la desaparición de la banda.

Rodríguez Zapatero habló de la "confianza razonada" que tiene en el comportamiento "ejemplar" del PNV con el Gobierno, especialmente de su presidente, Josu Jon Imaz.

Una prueba de que el proceso puede concluir con éxito, aseguró, es que "actores tan importantes como el PNV no está pensando en sus intereses electorales, sino en los del país y de la paz". "Ojalá actuaran así todas las fuerzas políticas, incluido el PP", añadió.

Subrayó que el Gobierno está escuchando acusaciones "muy duras" a las que no piensa responder para no crear polémica pero, recordó, que no se escucharon cuando era José María Aznar el que inició contactos con ETA en 1998.

Aquellos contactos, subrayó, se iniciaron sólo tres meses después del último asesinato, que llegó, a su vez, un año y pocos meses después del de Miguel Angel Blanco. Pese a ello, todos los partidos "alentaban" al Gobierno para buscar el fin de la violencia."EL MISMO TRATO"

"El 'no a todo' del PP de Rajoy no sé dónde procede, lo que sí se es que en democracia no procede" y debe meditar, dijo, porque los españoles reconocen su aportación en la lucha contra el terrorismo y también ahora desean que se sume al consenso.

En todo caso, añadió, la tarea del Gobierno se juzgará por hechos, "no por especulaciones ni afirmaciones a veces estrambóticas de políticos en activo o menos en activo".

Rodríguez Zapatero se declaró "extraordinariamente sorprendido" por comprobar que "la mejor situación que hemos tenido para ver el fin de ETA" no cuente con el respaldo al Gobierno que sí ha existido en intentos anteriores. "Como presidente del Gobierno del Estado porque así lo han querido los ciudadanos, tengo el derecho a reclamar el mismo trato", remachó.

Insistió en que el diálogo con ETA estará guiado por dos principios: la legalidad y el respeto al Estado de Derecho, y la verificación de que ETA "deja de actuar para siempre como organización terrorista".

En virtud del primero de esos principios, reiteró que Navarra "no es elemento de debate ante el proceso de fin de la violencia de ETA".

"Cuando alguien no quiere escuchar cosas tan claras y rotundas, ¿tenemos una actitud por interés estrictamente partidista? Los españoles tienen derecho a que el PP haga una política seria y de Estado", concluyó.

El presidente alertó de nuevo de que el proceso requerirá constancia, porque será largo; prudencia porque será duro, y discreción porque también será complejo. Zapatero incidió en que los españoles no se pueden permitir "el lujo de que este proceso de diálogo para ver el fin de la violencia se convierta en un juego de intereses tácticos partidistas y en un espectáculo".

Reiteró también que el futuro político de los vascos deberá ser decidido por los vascos, dentro de la legalidad emanada de la Constitución. En ese ordenamiento, recordó, "no hay ninguna previsión que nos permita hablar de que puedan decidir sobre la independencia".