ZAPATERO ASEGURA QUE MANTENDRÁ SU RELACIÓN CON EL GOBIERNO CATALÁN POR ENCIMA DE LA ACTUAL COYUNTURA
- Entesa expresa sus temores por el acuerdo del presidente del Gobierno con CiU
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que mantendrá la relación "singular, especial" con el Ejecutivo catalán de Pasqual Maragall, "por encima de cualquier otra circunstancia" y de la actual coyuntura política, marcada por la reforma estatutaria.
Rodríguez Zapatero respondió en la sesión de control al Gobierno en el Senado a una pregunta de Carles Bonet, portavoz de la Entesa Catalana i de Progrés, sobre esas relaciones con el tripartito catalán.
El portavoz de Entesa, candidatura electoral al Senado que engloba a los integrantes del tripartito catalán, expresó abiertamente sus temores tras el acuerdo de Rodríguez Zapatero con CiU para reformar el Estatuto, y el presidente trató de desvincular ese pacto de las relaciones entre los dos gobiernos.
El presidente subrayó que uno de sus objetivos ha sido mejorar las relaciones con todos los gobiernos autonómicos y prueba de ello son las dos conferencias de presidentes y sus reuniones bilaterales con cada uno de ellos, que superan en sólo dos años "cualquier comparación" con legislaturas completas anteriores.
Más allá de su respeto y colaboración con todos los gobiernos autonómicos, Rodríguez Zapatero reconoció que existe una relación "muy singular, muy especial" con el catalán, "que me propongo mantener por encima de cualquier otra circunstancia".
Carles Bonet denunció las maniobras "de acoso y derribo" contra el tripartito catalán y expresó los temores de la Entesa sobre un "cambio de actitud" del propio Rodríguez Zapatero, a la vista del pacto alcanzado con CiU para reformar el Estatuto.
Como síntomas de esa posibilidad señaló que algunos ministros "chulean" al presidente de la Generalitat y se habla de él como "una molestia", señalándolo como responsable del clima de crispación.
Reconoció Bonet que el tripartito puede haber cometido errores en su intento de superar los 23 años de gobierno conservador en Cataluña, pero sentenció que el problema "no es de la Generalitat", sino de un Estado democrático que tolera una campaña de ataque que "roza la xenofobia" en medio de la "inhibición" de buena parte de los progresistas españoles.
Reivindicó por ello la gestión "contra viento y marea" del tripartito y avanzó que las reformas impulsadas beneficiarán a todos, "sobre todo a los que más nos atacan".
Alertó, además, al presidente del Gobierno de que la derecha catalana sólo está interesada en regresar al poder, y Entesa teme que un gobierno progresista español "también lo quisiera".
El presidente del Gobierno negó que ningún miembro de su Gabinete haya incurrido en las prácticas denunciadas por Bonet más allá de que alguna declaración hecha al amparo de la libertad de expresión pueda haber generado cierta "incomodidad".
Defendió que la reforma del Estatuto requiere "esfuerzos políticos intensos" y consenso, precisamente porque debe perdurar en el tiempo. Pidió por ello a todos los partidos que estén "a la altura de las circunstancias" y no piensen en la actual coyuntura o en las próximas elecciones, sino en el horizonte de una norma de este tipo.
Con esa idea, sentenció que una cosa es esa reforma estatutaria que requiere la concurrencia de los dos partidos mayoritarios en Cataluña, socialistas y CiU, y otra es la relación entre ambos gobiernos, que se mantendrá como hasta ahora.
(SERVIMEDIA)
22 Feb 2006
CLC