Así lo adelantó esta misma mañana el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, en rueda de prensa poco antes de comenzar la reunión del Consejo de Ministros, horas antes de que arranque la cumbre de la OTAN en Estrasburgo y Khel, en la frontera franco-alemana.

Una vez que la administración estadounidense ha expuesto sus intenciones en Afganistán, la misión en ese país será uno de los principales asuntos sobre la mesa, a pesar de que la cumbre es sobre todo conmemorativa de los sesenta años del nacimiento de la Alianza.

Moratinos alertó de que no es previsible que en esta cumbre se tomen "decisiones operativas" concretas, por ejemplo sobre los nuevos efectivos que podría enviar cada país, también España.

Reiteró, en este sentido, que la posición española es la defensa de la "afganización", es decir, de que los afganos vayan asumiendo progresivamente la responsabilidad sobre el desarrollo de su propio país.

Lo que debe hacer la comunidad internacional es "acompañar" ese proceso, que tiene un primer reto en las próximas elecciones afganas. España ya ha anunciado una participación con 1,5 millones de euros en el fondo destinado a ese proceso, y Rodríguez Zapatero anunciará "un esfuerzo financiero" para que los comicios tengan "garantía de éxito".

El Gobierno da por hecho además que deberá haber más soldados en Afganistán para hacer labores de formación de batallones afganos, pero Moratinos aseguró que será "una cifra pequeña" que en todo caso corresponde concretar y organizar al Ministerio de Defensa.

Con otros socios de la Alianza se estudia también la posibilidad, "aún no hay decisión", de que las gendarmerías europeas puedan participar en esas labores de formación y entrenamiento de policías afganos.

Según Moratinos, el presidente incidirá ante la OTAN en la idea de que el compromiso español con Afganistán es "de los más sólidos" de todos los aliados, con presencia militar, de entrenamiento, de respaldo electoral y de cooperación.

Moratinos confirmó también en la rueda de prensa que los policías y guardias civiles en misión en Kosovo serán retirados junto a los militares de forma gradual y consensuada con los demás socios.

El ministro quiso resaltar la importancia de esta cumbre de la OTAN, que conmemora los sesenta años de la reconciliación europea y del vínculo trasatlántico, con la intención de reafirmar valores pero sobre todo de trazar su futuro.

La ampliación ya está confirmada con la presencia de dos nuevos socios, Albania y Croacia, y también el refuerzo con el regreso de Francia a la estructura militar. Sobre la mesa de los jefes de estado y de gobierno, el nuevo concepto estratégico, que debería aprobarse en la próxima cumbre, que España desea que se celebre en 2010 en Lisboa.

A todo ello se une "un plus de importancia y de interés", decía Moratinos, por la presencia en la cumbre del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Aún no hay confirmación de la participación de Obama en el segundo foro de la Alianza de Civilizaciones que se celebrará en Estambul tras la cumbre de la OTAN y al que España otorga gran relevancia, aunque sí está claro que estarán en Turquía en esas mismas fechas.