Los maristas de la comunidad de Nyangezi, en Zaire, intentarán convencer a los familiares de los cuatro religiosos de la conveniencia de que los cadáveres permanezcan en el lugar donde los misioneros decidieron realizar su trabajo.

Además, insisten en destacar los problemas burocráticos que existen para repatriar los cuerpos, ya que en la zona de Bukavu no hay interlocutores políticos a los que dirigirse.

Debido a esta circunstacia y ante la confusión que predomina en la zona, los maristas creen que, en el mejor de los casos, los trámites para repatriar los cadáveres se prolongarían durante varios días.

Por estos motivos, la comunidad de Nyangezi ha desistido por el momento de emprender los trámites para recuperar los cadáveres, lo cual dificulta su repatriación.