El primo de Julio Rodríguez, que no ha querido dar su nombre, señaló esta tarde a Servimedia que, aunque en Piñel de Arriba (Valladolid), donde reside la familia del misionero, las banderas están a media asta desde el primer día en que se habló de su muerte, la familia y sus convecinos se resisten a prestar crédito a las últimas informaciones de prensa y no quieren hacer declaracines hasta que no llegue la confirmación oficial.

La familia de Julio Rodríguez se queja de que los maristas no se hayan dirigido a ellos personalmente y, en cambio, hayan hecho público un comunicado en el que incluso se señala la intención de la orden de dar sepultura a los cuerpos en tierras africanas después de ser exhumados.

El primo del marista afirmó que la familia insistirá en que el cadáver de Julio Rodríguez sea repatriado para ser enterrado en su localiadd natal, "para que nosotros sepams dónde está y podamos llevarle flores", dijo.

Según este familiar, los padres del misionero están muy afectados, pero no pierden la esperanza de verle con vida, aunque han pasado muchos días desde que tuvieron noticias de su hijo.

Confían, afirmó, en que el Gobierno haga algo por la repatriación del cadáver, si finalmente está muerto, porque el embajador de España en el Zaire "está demasiado nervioso".

Otra prima del religioso, por su parte, reiteró a Servimedia la incredulidad de todo el peblo ante las últimas noticias sobre la muerte de Julio Rodríguez, "porque primero lo han matado, luego lo han resucitado y ahora lo han vuelto a matar y ya no sabemos a qué atender", afirmó.