Ante la imposibilidad de acceso a las poblaciones en peligro, las organizaciones humanitarias internacionales se han visto obligadas a abonadonar la ciudad de Goma, de modo que la presencia de esta organizaciones en el este de Zaire será prácticamente nula.

"Más de un millón de personas deambulan de un campo a otro o se internan en Zaire. No tienen comida ni agua. En pocos días aparecerán epidemias de grandes prporciones que causarán un elevado número de muertos que se añadirán a las víctimas del conflicto bélico", dijo Pieters.

El desastre humanitario no sólo amenaza a los refugiados de los campos zaireños, sino también a la población autóctona de la zona, que huye en masa de la violencia. En los últimos días Mugunga se ha convertido en el campo de refugiados más grande del mundo.

Médicos Sin Fronteras hace un llamamiento internacional para que se asegure el acceso de las organizaciones internacionalesa las víctimas de esta guerra y garantice la seguridad del personal humanitario.