El método consiste en usar una rama de olivo cortada en forma de "y" griega que el zahorí sujeta fuertemente con las manos mientras gira las palmas contra los costados del cuerpo hasta formar con la varila de olivo una especie de muelle. Se supone, que ante la presencia del líquido, la rama vibrará.

Con esta singular técnica, Francisco Martínez ha localizado ya gran número de corrientes de agua subterráneas que están salvando las cosechas de varios agricultores de la provincia.

Aunque el zahorí de Zújar esquiva el tema de los honorarios, señala que una cifra, a título indicativo, sería de 7.000 pesetas por pozo y aunque no es muy amigo de la popularidad, su actividad se ha transmitido de boca en oca por los agricultores a quienes ha ayudado a encontrar los pozos.

Entre su historial se encuentran curiosas anécdotas como el hecho de que en una ocasión, en la sucursal de la Caja de Granada en Zújar, descubrió una fuga de gas sin necesidad de levantar las losetas del suelo.