De esta forma, el Ayuntamiento de Málaga deja de estar gobernado por la izquierda, después de dieciseis años de gestión ininterrumpida del socialista Pedro Aparicio, y tras el fracaso de los intentos de negociación protagoniados por PSOE e IU en los últimos día, con el objetivo de elevar a Antonio Romro hasta la Alcaldía.

Villalobos, que se convierte en la primera mujer alcaldesa en la historia de la ciudad de Málaga, juró su cargo veinte minutos después de que el secretario de la corporación municipal abriera la sesión a las 12 de mediodía.

Los concejales de su grupo político, así como numerosos militantes y simpatizantes del Partido Popular, irrumpieron en un sonoro aplauso que se prolongó durante varios minutos. Mientras, los militantes de IU concentrados en los pasillos de la corporación bandonaban el salón plenario para aguardar a la salida de Romero, quien fue aclamado a gritos de "alcalde, alcalde".

Celia Villalobos se refirió en su discurso de investidura a la necesidad de gobernar para todos los malagueños, independientemente del sentido de su voto el pasado 28-M. "Soy consciente", dijo la alcaldesa, "de que gobernaré desde la minoría", si bien hizo alusión al "acuerdo, diálogo y consenso" con los grupos de la oposición para buscar las soluciones a los problemas de la ciudad.

En este sentido, la nueva alcaldesa aseguró que "no habrá pendulazos ni vueltas de tortilla ni revanchismos", ya que a su juicio "atrás quedaron los tiempos de mayorías absolutas y de rodillos". "Seremos capaces", dijo, "de ponernos de acuerdo".

Villalobos señaló en el transcurso de su discurso de investidura que parte de su gestión al frente de la Alcaldía de Málaga se centrará en hacer una ciudad más limpia, segura y con mayor números de empleos "en definitiva, una ciudad más vivible", a través de ua política que permita "sembrar ahora para recoger después".

"DIA TRISTE"

Antonio Romero, portavoz del grupo de Izquierda Unida y hasta esta misma mañana candidato a la Alcaldía, hizo un recorrido a lo largo de su intervención plenaria de lo que a juicio de su formación política debería ser el futuro de la ciudad de Málaga.

El concejal y diputado de IU aludió a la inexitencia de un pacto de izquierdas al asegurar que "no intercambiamos sillones" y reconoció que el de hoy "es un día triste" paraél y sus compañeros de grupo político por la investidura de "una representante de la derecha", si bien sostuvo que "también es un día para la esperanza para la izquierda" gracias a la gestión que IU hará desde la oposición.

Por su parte, el concejal socialista Eduardo Martín Toval también se mostró partidaro de "votar todo lo que sea bueno para Málaga", aunque reconoció, dirigiéndose a la alcaldesa Villalobos que "la tenemos miedo" ante la posible aplicación de algunos puntos del programa electoral de Partido Popular. "Estaremos vigilantes. Modere su programa y centre su proyecto, porque la izquierda no se le va a permitir".

Martín Toval dijo ante el pleno del Ayuntamiento que la falta de entendimiento entre su partido e Izquierda Unida se ha producido como consecuencia de "la incoherencia" de la formación izquierdista por no facilitar un pacto común entre ambas formaciones en distintos puntos de la provincia y la comunidad autónoma.

"Antes de pasar por la indignidad y la humillación preferims reconocer que nos hemos equivocado", dijo Martín Toval en alusión a la exigencia de IU de pactar sólo "donde les interesaba".

Al acto protocolario asistieron las primeras autoridades civiles de la provincia de Málaga, como el gobernador, Angel Fernández Lupión, el delegado de Gobernación de la Junta, Luciano Alonso y, entre otros, el presidente en funciones de la Diputación Provincial, José María Ruiz Povedano.

Asimismo, entre los invitados al salón de plenos se encontraban el secretario provinial del PSOE, Carlos Sanjuán, el coordinador provincial de IU, Rafael Rodríguez, el presidente provincial del PP, Manuel Atencia, y el secretario general del PP de Andalucía, Juan Ojeda.

Nada más finalizar el pleno de la corporación, Celia Villalobos fue aclamada por varios cientos de personas que acudieron al Ayuntamiento, con gritos de "Celia, Celia, alcaldesa, alcaldesa".