Así quiso revertir el supuesto impulso que, según el PP, generaría el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, sobre las candidaturas populares a las elecciones municipales en la región. Lo hizo en un mitin en el Parque de San Jerónimo de Sevilla ante unos 800 espectadores, dentro de la campaña de las elecciones municipales.

En el acto escenificó su apoyo a la candidata de Unidas Podemos a la Alcaldía, Susana Hornillo, militante de Podemos. Esta tarde lo hará en Málaga a favor de la cabeza de lista de la coalición en esa ciudad, Toni Morillas, de IU.

Díaz denunció que “es una indecencia que el efecto Bonilla", como se refirió al presidente autonómico, diga que prefiere regar los campos de golf antes de que dispongamos de un recurso básico como es el agua para las gentes trabajadoras” y que se coloque contra las leyes y contra la Comisión Europea. “Doñana no es del Partido Popular, es patrimonio de Andalucía, pero también del mundo; es de todos y todas”, proclamó.

Finalmente, la vicepresidenta vinculó la política en Doñana con que el PP en Murcia “ha envenenado el Mar Menor” y en Madrid quiere “solventar” el problema del cambio climático “poniendo macetas”, en alusión a la sugerencia que hizo la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.

Por ello concluyó que “no hay un Partido Popular bueno y un Partido Popular malo”, sino “un Partido Popular que no practica buena política, que gobierna contra la mayoría social y prefiere defender a los de siempre”, que en su opinión son “los que esquilman los recursos públicos”

Díaz quiso comenzar su intervención enviando “un mensaje de solidaridad a Vinicius”, el jugador de fútbol del Real Madrid que recibió ayer insultos racistas en el estadio del Valencia C.F. Advirtió de que “el fútbol es muy importante y “reproduce conductas sociales”, y de que ese tipo de comentarios es algo intolerable en una democracia sólida como es la nuestra”, por lo que pidió: “Cuidemos lo que hacemos en todos los espacios públicos”.

“No vamos a tolerar comportamientos racistas”, advirtió, para acto seguido “pedir a las dirigencias del fútbol que reparen el daño causado” para que “esto no vuelva a pasar”, porque, si no se hace nada, ya sabemos lo que pasa”. “Quedar callados no es la respuesta”, sentenció.

MÁS CRÍTICAS AL PP Y AL "BIPARTIDISMO"

Las críticas por Doñana no fueron las únicas que la vicepresidenta y líder de Sumar vertió contra la Junta de Andalucía. También le echó en cara haber dejado sin ejecutar fondos estatales durante dos años seguidos, por lo que continuó su reversión de la supuestas influencia electoral positiva de su presidente: “El efecto Bonilla se llama gestionar mal”.

Díaz, como en casi todos sus mítines, presumió de la reforma laboral y los ERTE, en este caso aplicados a Andalucía, donde dijo que hay por primera vez 1,6 millones de mujeres ocupadas y que el 26% de los asalariados se vieron protegidos por los expedientes de regulación transitoria de empleo. También reivindicó el salario mínimo, asegurando que alguien le dijo que en esta comunidad tenía que ser menor.

La vicepresidenta achacó al “bipartidismo”, porque el PSOE y el PP “practican exactamente las mismas políticas”, no haber cambiado el modelo productivo, desaprovechando las potencialidades de una región ”profundamente rica”, y llamó a la movilización del auditorio en favor de la candidata.

“Las encuetas dicen que todo pende de un hilo, pero el hilo se llama Susana Hornillo. Si no gana ella, va a gobernar la extrema derecha en Sevilla”, alertó, poniendo como ejemplo su propia implicación en la campaña “por una razón fundamental: sé de la importancia de estas elecciones”

La incidencia del mitin estuvo en que dos mujeres del auditorio, en dos ocasiones distintas, trataron de levantar la voz para criticar la 'ley trans'; una de ellas, con la pancarta ‘Soy feminista, no terrorista’. Otros espectadores consultados por Servimedia las identificaban como habituales de estas interrupciones. Apenas empezaron a hablar, el resto de la concurrencia las increpó y agentes de seguridad las sacaron inmediatamente del parque.

Hornillo, que cerró el acto antes de sonar el himno ‘Andaluces levantaos’, contestó indirectamente a las activistas prometiendo “acabar con la transfobia en el Ayuntamiento de Sevilla”, actualmente gobernado por el PSOE y al que acusó de haber retirado las ayudas a una asociación trans por “venganza política contra Mar Cambrollé”, que va en listas de Unidas Podemos.

La candidata repitió las críticas de Díaz al bipartidismo, acusó al PSOE de apropiarse de cifras de empleo que se deben al Ministerio de Trabajo y presumió de los logros de UP en el Gobierno de coalición. Finalmente, planteó las elecciones del domingo como una tesitura entre “sólo dos opciones: o un Gobierno negacionista que arrasa con lo público, un Gobierno tránsfobo”, o “un Gobierno progresista, que tenga claro que la educación pública hay que defenderla”.