Josep Llovet, el neurocirujano que le operó en Barcelona en 1990 y que volvió a atenderle en Moscú el pasado año, aseguró que el líder ruso no fue sometido hoy a ninguna revisión, dado que "ya no tiene dolor de espalda".

Yeltsin quiso incluir en su programa de visita a Barcelona un encuentro con el equipo médico ue le atendió desde que tuvo que ser operado de urgencia de una hernia discal en 1990, cuando también se encontraba de visita en esta ciudad.

El mandatario ruso expresó a Llovet y al director del centro, Carles Humet, su satisfacción por encontrarse en Barcelona y su agradecimiento por la atención recibida. Asimismo, les invitó a visitar Moscú y les regaló un plato con una ilustración de la plaza Roja de esta ciudad. La dirección del centro, por su parte, les impuso a él y a su mujer la medalla de orodel hospital.

Carles Humet insistió en que "esta es la vez en que le hemos visto en mejor forma" y añadió que el encuentro fue sólo "amistoso", ya que Yeltsin "dispone de un equipo médico excelente en Moscú y en ningún caso nos necesita para solventar cualquier problema de salud".

El presidente ruso fue recibido hoy en Barcelona por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, con quien almorzó en el Palau de la Generalitat, y por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.

Por la mañana, Yetsin y su esposa visitaron el anillo olímpico de Barcelona acompañados de Pujol y Maragall, así como las sedes del Gobierno catalán y del consistorio, ambas en la plaza de Sant Jaume.

A lo largo de su recorrido por las distintas instalaciones deportivas, el mandatario ruso recibió de manos de Sergi Bruguera una de sus raquetas de tenis después de que el propio Yeltsin expresara su deseo de hablar con el tenista.