YAKOVLEV. TRES VIUDAS NO INCLUIDAS EN LA ASOCIACIÓN YAK-42 NIEGAN QUE LAS FAMILIAS ESTÉN DIVIDIDAS
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Tres viudas de dos comandantes y un sargento fallecidos en el accidente aéreo de Turquía, y que no están incluidas en la Asociación de Familiares de Víctimas del Accidente Yak-42, han remitido unacarta a la Agencia Servimedia en la que niegan que haya divisiones entre los familiares de los 62 militares muertos.
"Todos perseguimos el mismo fin, que es el esclarecimiento de los hechos, por lo que nunca podremos estar divididos ya que nuestros familiares están y estarán hermanados eternamente", dice la misiva, firmada por Ana Ochoa, viuda del sargento primero Miguel Algaba; María Menéndez, viuda del comandante Antonio Novo; y Rosario Benítez, viuda del comandante José Fernández.
La carta de stas tres viudas viene a puntualizar unas declaraciones a esta agencia del abogado que las representa, Carlos Villacorta, quien dijo que algunos familiares le habían transmitido que las nuevas informaciones sobre el caso, como la referente a la falta de fiabilidad del procedimiento con el que se reconoció a los cadáveres tras el siniestro, les produce un "daño bestial".
Las tres mujeres de los fallecidos dicen que desde el día del accidente sus vidas cambiaron "de forma brusca y dolorosa" y que "ese dlor se ha acrecentado al no tener respuesta veraz a ninguna de nuestras preguntas por parte del Ministerio".
"Para nosotras, lo único que es cruel y que nos hace un 'daño bestial' es que no nos digan la verdad, y ya han transcurrido nueve meses".
"Siempre hemos estado al margen de la política", prosigue la misiva, "y por supuesto no nos gusta vernos reflejadas en la prensa por este motivo, más aún cuando nosotras no hemos realizado al respecto declaración alguna. Dos de nosotras, pertenecimos a l Asociación Yak-42, que abandonamos por discrepancias con ésta, no porque pensáramos en ningún momento que estuviera politizada, ya que damos fe de que no es así".
"Queremos dejar claro que todos los afectados perseguimos el mismo fin, que es el esclarecimiento de los hechos, por lo que nunca podremos estar divididos ya que nuestros familiares están y estarán hermanados eternamente. Precisamente, nosotras tres, somos de los familiares más activos en esa búsqueda de la verdad".
La carta finaliza hciendo un llamamiento público "a la humanidad, lealtad y a la concienciación que nuestros 62 militares se merecían. Ellos no eran un número, sino personas jóvenes con familia, ilusiones, templanza, seres excepcionales que dedicaron los últimos meses de su vida a ayudar a gente de otros mundos. Y dada su gran vocación humanitaria, y que dieron su vida por España, se merecen el respeto de todos y que les dejen descansar en paz".
(SERVIMEDIA)
04 Mar 2003
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