Como características del nuevo convenio para menores destacan la tipificación de los equipamientos tendentes a la progresiva reducción de la capacidad de los mismos, para que la atención al niño sea más personalizada y casi familiar.

Además, un objetivo prioritario para la Xunta es que los internamientos se realicen por el menor periodo de tiempo posible. Según fuentes de la onsejería, el internamiento de un menor sólo se realizará cuando se agoten todas las posibilidades de mantenimiento del niño en su familia.

Los menores internos, subvencionados por la Xunta, serán atendidos en formación, educación y velando por su salud física y psíquica, según se prevé en los convenios.

El Gobierno gallego destina un presupuesto de 770 millones de pesetas en su plan integral de atención a menores para subvencionar estas atenciones a las entidades colaboradoras, que se suman a lo 991 presupuestados para los centros propios para atención a menores.

En este plan de carácter cuatrienal, que durará hasta 1996, la Xunta prevé invertir unos 11.244 millones de pesetas, de los que 8.218 se destinarán a la atención en las instituciones.