El temor a que no sea así provocó que los padres de los 450 alumnos restantes no enviaran ayer a sus hijos a clase, postura que mantenían hoy.

Según informó a Servimedia el delegado provincial de Educación de Pontevedra, José Luis Rodríguez, las autoridades educativas y sanitarias de la Xunta están coordinadas "para informar a los padres que no existe riesgo ninguno posible de contagio".

La solución al problema planteado es, para el responsable polítio, la "información fehaciente hacia esos padres para obviarles todos esos temores que puedan tener a que haya un posible contagio".

Los padres de los alumnos celebrarán una asamblea a las 9 de la noche de mañana para decidir si continúan o no con su postura de oposición a que sus hijos acudan a clase junto al niño de 4 años Alejandro García.

Las posturas no han variado después de la entrevista mantenida ayer por la tarde entre representantes de la Asociación de Padres de Alumnos (APA) y el delegao provincial de Sanidad del Gobierno regional, Francisco Villar.

Rodríguez reiteró que Alejandro García fue admitido en el centro escolar con el correspondiente certificado médico, "igual que el resto de los alumnos", porque no existe ningún peligro de contagio.

Sin embargo, ante los temores de los padres, el responsable sanitario precisó que están "abiertos a todas las posibilidades, pero que no supongan discriminación para el niño".

El menor, según José Luis Rodríguez, "a todos los efectoses un niño normal y como tal creemos que debe compartir el aula, el recreo, los juegos y el transporte con todos sus compañeros. Todo lo que suponga intentar aislarlo es una discriminación y a eso nos oponemos".