López Veiga presentó un amplio informe de su departamento sobre la flota de Gran Sol, en el que se denuncia la especulación con derechos de pesca por parte de armadores del País Vasco, que disponen de buques que tienen licencias para faenar durante casi 500 días al año en total.

La Xunta quiere debatir el documento con todas las partes implicadas y buscar n consenso parlamentario durante el presente mes de abril para, en mayo, plantear las reclamaciones oportunas ante el Gobierno central y los organismos comunitarios, antes de que el Consejo Europeo adopte las decisiones previstas para finales del año 93.

López Veiga dijo que en el momento de negociarse el Tratado de Adhesión los censos de la flota del País Vasco se inflaron, por lo que ahora parten de una situación ventajosa frente a los armadores gallegos, que ajustaron los censos a la realidad.

El consejero de Pesca afirmó que las órdenes ministeriales que regulan la flota que faena en las aguas comunitarias de Gran Sol benefician a la flota vasca y perjudican a la gallega. "Es una injusticia que no puede continuar y que debe ser corregida", dijo.

López Veiga criticó con especial dureza que existan armadores gallegos que paguen tributo a armadores vascos que especulan con los derechos de pesca. A su juicio, la regulación actual propicia en exceso el desguace para hacerse con derechos de pesc. Asimismo, apuntó que la Administración central se está viendo desboradada por las solicitudes de desguace presentadas.

Veiga cree que el actual es un momento crucial para acabar con la discriminación de los 300 buques españoles -la mitad gallegos- que faenan en Gran Sol con respecto a otros países comunitarios. El régimen transitorio impuesto a España es injusto y ridículo, opinó.

El consejero de Pesca también cree imprescindible la reforma de la normativa estatal para que Galicia no quede disciminada respecto a otras autonomías. De la flota de Gran Sol dependen unos 2.000 marineros gallegos.