El propio presidente de la Xunta, en declaraciones realizadas en Madrid, resaltó que las oposiciones del 92 no dieron lugar a ninguna reclamación administrativa, lo que a su juicio revela la pureza del sistema.

Según una información publicada hoy por el diario "El Mundo" fueron cientos los opositores recomendados por altos cargos de la Xunta ydel PP, entre ellos los consejeros de Sanidad, Xosé Manuel Romay, y Política Territorial, Xosé Cuiña. Cuiña desmintió la imputación y se amparó en que su nombre aparece con un interrogante en la lista de recomendados y padrinos que, según el citado diario, manejó uno de los presidentes de tribunal, José Luis Aboal, secretario general de Protección Civil de la Xunta.

El presidente del comité de empresa de los servicios de la Xunta en Santiago, Manuel Díaz, reconoció que en las pruebas del 92 hubo presecia sindical en los tribunales y resaltó que las verdaderas irregularidades y enchufes se registraron antes, en las pruebas para interinos, realizadas en pequeños grupos de opositores que se hicieron de manera mucho menos transparente en años anteriores.

Díaz afirmó que las oposiciones ahora en cuestión fueron de las más limpias, y que el sistema habitual fuera del acceso legal a la función pública gallega es el de colocar como contratados laborales o interinos a parientes o amigos de altos cargos y bscar luego su promoción interna.

Según la citada información, de los opositorers recomendados aprobaron un 40%, mientras que los que superaron las pruebas sólo fueron un 6,3 por ciento del total. Según "El Mundo", el peso político del cargo que recomendaba tuvo relación directa con la aprobación o no del opositor.

En las declaraciones realizadas en Madrid, Manuel Fraga dijo que los veinte tribunales que funcionaron se rigieron por normas objetivas y con la presencia de los sindicatos.

Fraga nsistió en que las pruebas se realizaron con todas las garantías para todos. El presidente de la Xunta también subrayó que ninguna de las recomendaciones cuenta con su aval, "porque hace muchos años que he avanzado más en ese terreno".

Admitió que la costumbre de enviar una carta a los amigos ante unas oposiciones sigue existiendo mucho en Galicia, pero aseguró que "no hubo un solo caso en que eso haya atribuido un puesto. Es más, como se sabe, altos cargos de la Xunta de Galicia suspendieron en los cncursos y oposiciones porque tuvieron menos tiempo para prepararlas".

Entre los altos cargos que recomendaron a opositores y que lo hicieron por escrito está el alcalde de Viveiro (Lugo), César Aja Mariño, quien dijo que ninguno de sus apadrinados obtuvo plaza y que su gestión fue relizada ante las peticiones de dos convecinos. También resaltó que ninguno de sus recomendados era pariente suyo.