Así lo confirmó durante su intervención en la reunión del Comité Nacional del PSPV-PSOE, en la que aseveró que “es momento de dar dos pasos hacia delante”, convencido, además, de que “es la hora de la responsabilidad, la unidad y la serenidad” y de la necesidad de celebrar un congreso que “cimiente” una “alternativa potente” a lo que consideró una “UTE -Unión Temporal de Empresas- que forman la derecha extrema y la extrema derecha reaccionaria que recorta derechos, libertades y oportunidades”.

Entre los “avances decisivos” que, a su juicio, el PSOE ha logrado en ocho años de Gobierno de la Generalitat, destacó que ha “trabajado por la convivencia, la estabilidad, el diálogo social y la justicia social” y, además, ha “superado el estigma de la corrupción” y, entre el “legado” de la acción política del Consell presidido por el PSOE, también resaltó el “récord de trabajadores, una sociedad más justa y una convivencia sin crispación”.

En este contexto, agradeció a la militancia del PSPV-PSOE la “fuerza constante”, así como “el cariño y el empuje en estos 11 años” y, tras aseverar que para él “ha sido un honor” representarles, advirtió de que “ahora, lo mejor está por venir”.

“Entramos en un momento nuevo, con tres palancas que se tienen que articular en paralelo”, dijo, en relación, en primer lugar, a la necesidad de “hacer una oposición determinada, con coraje, con serenidad, a los Gobiernos del retroceso”, que recibirán una respuesta "fuerte, cabal y serena" por parte de un PSOE.

La segunda de esas “palancas” sería, a su entender, “impulsar a la Comunidad Valenciana desde la acción del Gobierno de España”, que, según su criterio, “tiene que llegar hasta el último de nuestros barrios y pueblos con su acción positiva y de justicia social”, convencido de que "no hay que esperar al 2027 para cambiar la vida de los valencianos". Por ello, reivindicó un "cambio" en el modelo de financiación o la mejora de infraestructuras en una legislatura en la que, a su entender, se conseguirán "hitos soñados" durante "mucho tiempo" en la comunidad, como la conexión del AVE entre Valencia y Alicante.

“La tercera palanca es construir una alternativa potente, que tiene que hacer su propio 'reset'. No se trata de hacer lo mismo que hicimos, sino de hacer otra generación de ideas”, resolvió, para advertir de que la región se juega "el futuro" en los próximos años.