Junto a la tradición europeísta que el Camino de Santiago ha representado durante los últimos diez siglos, que para Estévez constituye una razón más que justificada para que simbolice la cultura de la UE en el cambio de milenio, el alcalde destacó la modernidad de infraestructuras que tiene en la actualidad.

"Conjugamos un importante patrimonio histórico con los equipamientos precisos, omo ya se demostró en 1993 con ocasión de la celebración del Año Santo Compostelano, cuando acogimos a más de siete millones de visitantes, una cifra superior a la que registró Lisboa el año pasado durante su capitalidad cultural, que apenas recibió un millón y medio de turistas", indicó.

La candidatura de Santiago se articula en cinco líneas argumentales, que representan la oferta de la ciudad de cara a su capitalidad europea: Naturaleza, Espectáculo, Pensamiento, Creación y Solidaridad.

Santiag se someterá en septiembre, como opción oficial española, a la decisión del Consejo de Ministros de la Unión Europea, enfrentándose a otras ciudades como Bolonia, Avignon y Praga, aunque, según fuentes socialistas europeas, se baraja la posibilidad de que, dada la relevancia del año 2000, se proclamen varias capitales culturales simultáneas.

"A los ministros de la UE no les gustan las ciudades grandes, masificadas, sino más bien las ciudades con historia, de tipo medio y con un buen bagaje cultural", xplicó esperanzado Estévez cuando presentó oficialmente la candidatura a principios de este mes.