La comisón liquidadora adjudicó las marcas a la sociedad Nova Generació, propiedad de Camp, que fue el único que presentó una oferta de compra de las marcas. La comisión liquidadora valoró su solvencia económica, la garantía de que la empresa continuará produciendo en Mallorca, y la recolocación de 130 trabajadores.

Con la adjudicación de las marcas se cumple el protocolo firmado el pasado mes de marzo entre el propio Camp, el Gobierno balear y los sindicatos. El inversor catalán financió la continuidad de laproducción, a condición de que las marcas, el único bien de Yanko valorado en el mercado, pasasen a sus manos.

Xavier Camp valoró como "un éxito" la resolución de la crisis de la empresa, en un comunicado remitido hoy a los medios informativos, en el que califica de "apuesta arriesgada" el haber asumido los costes económicos de producción de los últimos meses sin garantías de obtener las marcas.

Camp resaltó que "la excepcional calidad del producto y su prestigio en los mercados internacionales m han mantenido firme en todo momento. El riesgo merecía la pena".

El Gobierno balear invirtió casi 1.000 millones de pesetas en Yanko en los últimos años, tratando de resolver la crisis de la empresa. El Ejecutivo autonómico reconoció ante la opinión pública que la inversión no dio los resultados esperados.