Los campamentos, en los que participan niños de entre 5 y 17 años, tienen una duración de entre una y dos semanas, en los que ofrecen actividades deportivas, manualidades y talleres de robótica. Además, todas ellas se han adaptado para los menores vulnerables expuestos en el conflicto.

El objetivo de estos campamentos, además de la diversión, es que los menores estén vigilados por el personal, formado en primeros auxilios psicológicos, para detectar signos de angustia y derivarlos.

La directora de la Respuesta a la Crisis de Ucrania, Catherine Green, señaló que los campamentos, que se están llevando a cabo en colaboración con organizaciones locales, están teniendo gran aceptación. Además, recordó que en un campamento del pueblo de Repuzhyntsi, en el oeste del país, 140 niños llegaron “entusiasmados” el primer día.

A través de esta iniciativa, World Vision continúa su compromiso de cubrir las necesidades de salud mental de niños. De hecho, un reciente informe de la organización de ayuda revelara que 1,5 millones de menores ucranianos corres el riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y deterioro social, debido a la guerra.

La ONG tiene previsto aumenta el número de campamentos en Ucrania, así como organizar nuevos y actividades similares para menores refugiados en Rumanía y Moldavia.