Hace casi un año se comenzó a sospechar de la existencia de estos nuevos filibusteros en los mares del sur de Asia, cuando un barco mercante de 2.860 toneladas desapareció no muy lejos de la costas indonesia, con 14 tripulantes a bordo.

Desde entonces, las acciones y los ataques piratas en este área se han multiplicado. Los expertos de Seguridad Marítima aseguran que estas situaciones se repetirán cada vez más, aunque no se informará de la mayor parte de los casos porque los propietarios de los barcos temen las posibles represalias.

Japón ha sido uno de los países que ha protestado por la falta de una voluntad política que combata estos ataques, ya que gran parte de su abastecimient de petróleo y alimentos tiene que pasar por el estrecho de Malacca, enclave preferido por los filibusteros.