Al igual que hace un siglo, el argumento lo ha puesto la salida de los fieles que habían acudido a la misa de 12 en la basílica y ellos han sido también quienes han interpretado el papel de improvisados actores.

La dirección del rodaje, que siguiendo escrupulosamente el patrón marcado por la obra de los Jimeno ha durado poco más de un minuto, ha corrido esta vez a cargo de una veintena de profesionales, reacios todos ello a personalizar la efemérides y entre los que figuraban el propio director de la Academia de las Ciencias y Artes Cinematográficas, José Luis Borau, así como Jaime de Armiñán, José Luis Cuerda, Manuel Uribe o José Luis García Berlanga.

El respeto a la labor que se conmemoraba ha sido total y, así, se han respetado no sólo el mismo mes, día y hora del rodaje original, sino que también se ha contado con prácticamente la misma luz que hace cien años proporcionaba un soleado y despejado mediodía como el d hoy.

Pese a este respeto, el avance de la tecnología ha impuesto algunas modificaciones. Mientras los Jimeno utilizaron una cámara "Lumier" con un objetivo de 50 milímetros, una película de unos 15 metros de largo, sin registro de sonido en blanco y negro y rodando a una velocidad de 16 imágenes por segundo desde lo alto de una escalera de mano, el director de fotografía Fernando Arribas empleó hoy una cámara "Panaflex" de panavisión, incorporada a una grúa conocida como "cabeza caliente" y dotada deun objetivo zoom de 50/500 milímetros, con película de color y dotada de sonido.

En cuanto a los actores, un buen número de ellos han sido realmente improvisados, mientras que también se han incorporado la mayor parte de los actores que llegaron ayer a Zaragoza en el denominado "Tren de las estrellas", así como la propia alcaldesa, Luisa Fernanda Rudi, y el concejal de Cultura, Juan Bolea, que no han querido perder la oportunidad de quedar inmortalizados como figurantes de lujo.

El rodaje se efecuó en un solo plano, al igual también que el original y, según aseguró José Luis Borau, tras su exhibición esta misma noche en la Gran Gala de los 100 años del Cine Español, quedará en poder de la Academia que, no obstante, ya ha avanzado su intención de cederla temporalmente a cuantas instituciones culturales así lo soliciten.