En su propuesta, Vox aboga por “promover la adopción de las medidas que sean necesarias para que los servicios financieros constituyan un servicio social básico y esencial para las personas mayores y en situación de dependencia, especialmente en las zonas rurales, promoviendo acuerdos y compromisos con las entidades financieras para garantizar su acceso y presencialidad, así como un servicio adecuado a sus necesidades”.

Además, la iniciativa también defiende “promover los mecanismos necesarios para garantizar, con carácter urgente, el efectivo cumplimiento del referido Protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca, actualizado el pasado 21 de febrero de 2022”.

Para apoyar su proposición no de ley, Vox argumenta en la exposición de motivos que, según la Revista de Estabilidad Financiera del Banco de España, “entre 2008 y 2017, el número de entidades bancarias en España ha disminuido un 28% y las oficinas bancarias han reducido su número en un 39 %”, aunque señala que “el incremento del uso de los servicios de banca por internet ha mitigado y evitado graves situaciones de exclusión financiera en los municipios que sufren los cierres de dichas entidades”.

Sin embargo, advierte de que el uso de las herramientas 'online' de la banca “entraña cierta dificultad para determinados segmentos de la población, en particular las personas de avanzada edad, residentes en zonas rurales”.

Asimismo, el texto presentado por la formación política indica que, de media, el 26,3 % de los mayores de 60 años no dispone ni de ordenador, ni de teléfono inteligente, ni de tableta y que el porcentaje alcanza un 29,25 % en edades de 71 a 75 años y del 42 % para 75 años o más. En esta línea, concluye que “al llegar a cierta edad el uso de Internet y las tecnologías decae” o que “las personas que en la actualidad se encuentran en este tramo de edad no han tenido el tiempo y la capacidad suficiente para adaptarse a este avance”.

Además, también cita datos del Instituto Nacional de Estadística que reflejan que cerca del 70 % de los mayores cuyas edades están comprendidas entre los 75 y los 84 años no son usuarios de Internet y alrededor del 90 % de los mayores de 85 años tampoco.

Por ello, Vox pide “llevar a cabo las actuaciones necesarias para proteger a las personas de la tercera edad de posibles situaciones de exclusión social como consecuencia de su relación particular con las tecnologías de la información y la comunicación”.