Así lo indicó Ortega Smith desde el Hemiciclo, durante la interpelación que realizó a Bolaños sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno para garantizar el prestigio de las instituciones. Recalcó el “miedo” que da que el Gobierno “sea autócrata” y aseguró que “lo que preocupa de verdad es que sus prácticas son totalitarias, autócratas, antidemocráticas”.

Según Ortega Smith, Bolaños es un “ministro plenipotenciario de Sánchez” que “ha pervertido con sus políticas la democracia”, está “minando el Estado de derecho y humillando la soberanía nacional de todo el pueblo español”. Le acusó de ser el ejecutor de un “plan suicida” para “la destrucción de los principios básicos y elementales que conformaron” la Constitución.

Añadió que el Gobierno trata de “destruir” el principio de igualdad ante la ley de todos los españoles; el de “la soberanía nacional única e indivisible que corresponde en exclusiva a todo el pueblo”; el de unidad nacional territorial; el de solidaridad; el de “seguridad jurídica unido al de legalidad”, y el de independencia judicial”.

Denunció que Bolaños y el resto de miembros de la bancada azul han puesto el Estado “al servicio de sus intereses personales o de los intereses partidistas del PSOE” y están “arrodillando” las instituciones frente a los “peores enemigos de la nación española”, refiriéndose a EH Bildu, los “comunistas de Podemos”, y ERC y Junts.

HOJA DE RUTA

Tras ello, Ortega Smith criticó 16 puntos de la “hoja de ruta” del Gobierno entre los que se encuentran el “control” del Tribunal Constitucional y del Poder Judicial, negociado “con el Partido Popular”, así como que negociara con “los Bildu etarras el acercamiento de los presos de la ETA” y “la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana”.

Afeó también el “mal llamado” plan de regeneración democrática, que el Gobierno “ceda impuestos a los separatistas” en Cataluña, y que haya convertido al fiscal general del Estado en “el fiscal genera del PSOE y de Sánchez”, un fiscal que “ha sido por primera vez en la historia” al menos “de momento” investigado por el Tribunal Supremo.

Por todo ello, el diputado de Vox dijo al ministro de la Presidencia que “solo le queda una salida posible, confiésese culpable, dimita, y entonces, solo entonces, podrá mirar a los ojos a su hijo sin sentir una profunda vergüenza”.

PRÁCTICAS DE “DUDOSA ÉTICA”

Bolaños aprovechó su intervención para explicar cómo defiende el Gobierno las instituciones democráticas. En este sentido, destacó que, a diferencia de Ortega Smith, que utiliza una retórica quizá “algo trasnochada” para referirse a las instituciones, su Ejecutivo prefiere hablar de “protegerlas, preservarlas” y “reforzarlas con medios y con leyes”.

Por eso, apuntó, el Gobierno puso en marcha un plan de acción por la democracia que cuenta con 31 medidas que tratan de “mejorar y hacer más limpia nuestra democracia”. En este punto, mencionó algunas de las normas que incluye y, por contraposición, dijo “lo que hace su partido”, refiriéndose a unas prácticas de Vox de “dudosa ética”.

Entre distintos ejemplos, destacó que el plan quiere reforzar el régimen sancionador aplicable a los partidos políticos que no presenten sus cuentas de manera adecuada. Remarcó que en agosto de este año un medio publicó que Vox es el “único partido que todavía no ha publicado sus cuentas”.

Por ello, aseguró que este plan es “muy necesario” porque los comportamientos que lleva a cabo Vox son “contrarios a la transparencia y a los valores democráticos”. Este Gobierno y el PSOE van a defender siempre las instituciones democráticas del discurso ultra y de los comportamientos ultras.

A su vez, criticó el discurso “xenófobo” que hace Vox con las personas migrantes y afirmó que es “inaceptable desde el punto de vista humano”. “Este Gobierno siempre combatirá el extremismo, el odio, la xenofobia, los discursos absolutamente falaces, bulos, y trabajaremos por tener una democracia limpia, más fuerte y que nos haga estar orgullosos de pertenecer a este gran país que es España”, concluyó.