VOLKSWAGEN NAVARRA REINICIARA LA PRODUCCION ESTA MISMA TARDE TRAS FNALIZAR LA HUELGA DE LA SUMINISTRADORA DE SALPICADEROS

MADRID
SERVIMEDIA

La fábrica de Volkswagen de Landaben (Navarra) tiene previsto reiniciar esta misma tarde la producción de vehículos, después de que los trabajadores y la dirección de SAS, suministradora de salpicaderos de Volkswagen, hayan llegado a un acuerdo para poner fin a la huelga y retomar la fabricación esta tarde, según informó a Servimedia el responsable de comunicación de la compañía automovilística, José Zubillaga.

Vokswagen se vió obligada ayer a paralizar la actividad en la planta navarra por la huelga de SAS. Esta empresa suministra salpicaderos a la fábrica automovilística mediante el sistema "justo a tiempo", lo que provoca que no haya stocks de salpicaderos y que los vehículos no se puedan montar.

Según Zubillaga, cuando Volkswagen iba a tramitar un cierre patronal ante la imposibilidad de fabricar, las cosas han cambiado radicalmente. "Hemos salido del Consejo. Había un acuerdo de la asamblea de SAS de contnuar la huelga y nosotros hemos empezado a tomar nuestras medidas. Hemos apagado hornos y hemos iniciado el expediente y, de repente, se ha vuelto a reunir el comité con la empresa y, por lo visto, ya está confirmado que han llegado a un acuerdo y vuelven a trabajar esta misma tarde", explicó.

El portavoz de Volkswagen señaló que la fábrica navarra espera reiniciar la producción de coches esta misma tarde, una vez pasado el tiempo necesario para poner a punto la fabricación en SAS y en la planta automvilística. "Nosotros ya tenemos el personal aquí, y tardaremos lo que cueste ponerse la otra empresa al día. Habrá producción esta misma tarde", aseguró.

Zubillaga indicó que desde que se paralizó la actividad en Landaben ayer por la mañana, se han dejado de fabricar unos 2.000 coches, ya que cada día salen de la planta navarra unas 1.200 unidades del modelo Polo. Si se tiene en cuenta que este coche cuesta más de 6.000 euros, las pérdidas por este parón productivo pueden rondar los 12 millones de eurs.

Pero, según Zubillaga, "hay más pérdidas que esas. Están las de todos los proveedores que trabajan con el sistema 'justo a tiempo', que están paralizados también, y otras pérdidas todavía más importantes, que es la credibilidad ante Alemania cuando estamos tratando de conseguir el segundo modelo".

"Esto conlleva mala imagen e incredulidad", lamentó Zubillaga, quien insistió en que hay que evitar este tipo de situaciones en un momento como el actual, con el riesgo de deslocalización de empresasque existe por los países de Europa del Este.

(SERVIMEDIA)
03 Feb 2004
NLV