Según informó la compañía este jueves, con este apagado conseguirá un ahorro de 64,41 gigavatios hora (GWh) en la demanda total anual de energía, aportando a sus clientes “mejor experiencia y capacidad a través de su red de fibra”, que alcanza 10,6 millones de viviendas.

Además, Vodafone ha realizado diferentes iniciativas de modernización de sus servicios de red para “mejorar la calidad del servicio” según el uso y necesidades de sus clientes y para ser “más eficientes” en el consumo energético, entre las que se encuentran procesos de consolidación y virtualización de la red ‘CORE’ con nuevo equipamiento que incrementa la eficiencia energética. También facilita la gestión de infraestructuras asociadas y permite nuevas oportunidades de apagado de redes obsoletas, o la sustitución de los equipos SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) y equipos de energía más antiguos por nuevos modelos que reducen las pérdidas un 10% y mejoran el rendimiento energético de la infraestructura, entre otras.

Vodafone considera “clave” su papel en la actividad relacionada con sus redes y sus tecnologías, ya que sus instalaciones y equipos de red “crecen y se actualizan continuamente” para alcanzar “mayores niveles de calidad y cobertura para sus clientes”, así como para que sean “más eficientes y que la energía que consumen también lo sea”.

Por este motivo, la operadora opta también por potenciar el uso de energía de fuentes renovables que le permitió reducir un 5% su consumo de energía en el año fiscal terminado en marzo de 2023 con respecto al año anterior.

Por otra parte, Vodafone destacó que ampliará su cobertura 5G para llegar al 82% de la población y a un total de 2.700 municipios a finales de este año, “superando las obligaciones de despliegue comprometidas”.