El Santo Padre salió en su "papa-móvil" desde la Nunciatura poco después de las 9 de la mañana en dirección a la Plaza de Colón.

A esa hora no había demasiados fieles en las calles de Madrid, ya que la mayoría había acudido directamente a Colón, donde se fueron concentrando a lo largo y ancho de los Jardines del Descubrimiento, el Paseo de La Castellana, el de Recoletos y la calle Génova, principalmente.

Antes de las 10, ya se encontraba todo preparado para la llegada del Santo Padre y toda las autoridades, encabezadas por los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía y el presidente del Gobierno, José María Aznar, estaban en sus sitios.

El Papa accedió al inmenso altar instalado en la Plaza de Colón sentado en una silla sobre la peana móvil que viene utilizando en los últimos tiempos.

A las 10,10 el Papa dio la bendición a los presentes y el cardenal Carlos María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal, hizo una introducción al acto de canonización agradeciendo a Su Santidadsu visita.

Cuando el Papa fue nombrando a los cinco santos, Pedro Poveda, José María Rubio, Genoveva Torres, Angela de la Cruz y María Maravillas de Jesús, sus nombres iban siendo aplaudidos efusivamente por los fieles.