A pesar de la supuesta coartada que ofrece el padre del presunto asesino, que ha asegurado que su hijo estuvo con él en el "Bazar Guerra", situado en la calle Mayor de Madrid, establecimiento propiedad de la familia del sospechoso, hasta las seis de la tarde del día del asesinato, la policía dice tener pruebas suficientes para incriminar al joven "ultra".

De acuerdo con las mismas fuentes, de no existir pruebas convincents, el detenido "no se encontraría en estos momentos a disposición judicial".

No obstante, fuentes de la investigación declinaron aclarar si en los registros efectuados en las viviendas de los tres detenidos, todos ellos miembros del "ala dura" escindida del Frente Atlético, "Bastión", se ha encontrado alguna prueba que sirva para incriminar a Guerra.

Fuentes de Delegación del Gobierno en Madrid insistieron en que no se va a hacer ninguna revelación sobre las investigaciones policiales para "no prsionar a la justicia" aunque todo parece indicar que existen pruebas suficientes para que Ricardo Guerra no quede en libertad.

Las mismas fuentes indicaron que "es cuestión de horas" conocer si la juez que instruye el caso envía a prisión a los tres jóvenes supuestamente implicados en el asesinato del seguidor donostiarra.