Gallego está acusado de asesinar a puñaladas a la joen el 19 de julio de 1992 en un pinar cercano a la localidad vallisoletana de Viana de Cega, donde la víctima pasaba sus vacaciones de verano.

El acusado, sobre el que ya pesa una condena de 126 años de cárcel por 6 delitos de violación, otro de fuga y uno más de resistencia y atentado a la autoridad, afronta ahora peticiones de penas que oscilan entre 41 y 62 años.

El ministerio fiscal solicita 41 años de cárcel, 30 de ellos por el asesinato y 11 más por un intento de violación, frente a los másde 62 años que pide la acusación particular: 30 por el asesinato, 20 por violación consumada, 12 por rapto y 6 meses por inhumación ilegal.

Sin embargo, la defensa pide la libre absolución al estimar que no hay pruebas suficientes que demuestren la culpabilidad de Gallego Fernández.

El fiscal no está de acuerdo con esta petición y en sus conclusiones considera probado que 'el violador del ascensor' viajó hasta Viana de Cega en un 'Renault 12', propiedad de su compañera sentimental, Paloma Rodríguz, junto a la que fue detenido en La Coruña meses después de producirse el crimen.

Según el fiscal, el acusado encontró en las puertas de una piscina a Leticia Lebrato, a quien obligó a subir al vehículo a punta de navaja y la condujo hasta el pinar, donde intentó violarla.

Cuando la joven se resistió y para evitar que le reconociera después, Gallego le asestó 11 puñaladas y posteriormente enterró su cuerpo en el pinar.

El abogado defensor, José María Herreros, sostiene que la sociedad ha dearrollado ya un juicio paralelo en el que su defendido ha sido encontrado culpable, lo que a su juicio está perjudicando gravemente los intereses de Gallego.

Por su parte, los padres de la joven muerta han vuelto a pedir en la víspera de la celebración del juicio que los condenados por este tipo de delitos cumplan íntegramente sus penas.